Bankinter augura la irrupción de bancos europeos para asaltar el mercado español

  • Dancausa asegura que su entidad superará "todos los obstáculos" gracias a su modelo de negocio y sólida base de partida: su rentabilidad del 12,6%.
María Dolores Dancausa pronuncia mañana en Valladolid la conferencia de apertura del curso económico en CyL
María Dolores Dancausa pronuncia mañana en Valladolid la conferencia de apertura del curso económico en CyL

El panorama bancario español encara una transformación ante la presión de las fintech, el aumento de la carga regulatoria, incertidumbres políticas como aún Cataluña y una rivalidad que estrecha los márgenes y a la que "en un futuro no muy lejano" podría sumarse un nuevo factor: la irrupción de "bancos de otras nacionalidades de Europa compitiendo con los bancos españoles".

El pronóstico lo ha efectuado hoy la consejera delegada de Bankinter, María Dolores Dancausa, frente a los accionistas del banco en junta, a los que ha garantizado que la entidad que dirige superará "todos los obstáculos" gracias a su modelo de negocio y sólida base de partida: su rentabilidad del 12,6% es la más alta en un mercado donde la media ronda el 6% y el capital de máxima calidad alcanza el 11,5%.

Su vaticinio supondría casi desandar el camino vivido por la banca extranjera en España, cuya penetración ha sido siempre extremadamente limitada por la fuerte posición de las entidades nacionales gracias al arraigo territorial y un modelo de negocio pegado al cliente. Decenas de entidades foráneas entraron a tropel en los años 80, saliendo su inmensa mayoría con ventas de sus redes y negocios a entidades locales, en su mayor parte cajas de ahorros.

La crisis vino a poner casi la puntilla, con la salida de Barclays del negocio retail colocando la unidad a Caixabank e, incluso, Deutsche Bank lanzó un proyecto de venta de la filial, con Abanca de postor en la fase final, pero canceló la operación ante la disconformidad con el precio.

Precisamente hoy Nationale Nederlanden, filial escindida de seguros del grupo ING por requerimiento de Bruselas dentro de los sacrificios exigidos a cambios de las ayudas públicas recibidas durante la crisis, anunció que traerá a España una filial bancaria para una cuenta de ahorro, país donde su antiguo banco ING Direct opera desde hace años. Las barreras para entrar en el sector se abrirá para nuevos operadores, sobre todo en el ámbito de medios de pago, con la futura entrada en vigor de la regulación europea PSD2, y allanará el camino al lanzamiento de productos de bancos tradicionales a escala transnacional la Unión Bancaria.

"La competencia es dura y la regulación, aunque en principio sea buena y necesaria, resulta cada vez más compleja y se está volviendo, en algunos aspectos, casi asfixiante", agregó a su vez el presidente del banco, Pedro Guerrero. El banquero reparó que, pese a la vigorosa recuperación económica, el mercado bancario "sigue reduciéndose en España" como prueba que el crédito, "principal motor de nuestro negocio", volvió a menguar en 2017, "como lo ha hecho ininterrumpidamente desde que se inició la crisis" mientras los tipos de interés "no pueden ser más bajos.

En este punto ambos ejecutivos sacan pecho porque Bankinter ha encadenado cinco años "consecutivos de crecimiento sostenido", con tasas anuales superiores al 30% -el resultado escala desde 124 millones en 2012 a 495 el ejercicio pasado-, sin obturar la financiación. En el segmento de empresas, por ejemplo, duplicó la cartera mientras el sector la redujo a la mitad en siete años de crisis, y el margen financiero, generó el pasado año el 57% de los ingresos de forma "excepcional" con el precio del dinero a cero y el euríbor en negativo. Guerrero reivindicó que además el banco ganó cuota en todos los nichos de negocio donde opera.

Pero el contexto dibujado por la propia industria es de creciente desafío. Por un lado por la avalancha regulatoria que llega de golpe: a la directiva de pagos que bajará las cancelas a la entrada de firmas fintech, gigantes tecnológicos y permitirá hasta ver datos de clientes rivales a la propia banca, se une un cambio de paradigma en la manera de medir el riesgo y acopiar provisiones (la famosa IFRS9 que entró en vigor en enero pasado), las nuevas directrices para los productos de inversión que aumentan los costes e impactan en las comisiones por gestión (MiFID II) o hasta el reglamento de Protección de Datos que se avecina. "No cabe duda de que cada una de las nuevas regulaciones puede constituir un gran reto para las entidades más vulnerables, y todas ellas juntas van seguramente a transformar el panorama bancario tal y como lo hemos conocido hoy", estimó Dancausa, quien refirió que las exigencias de capital "suponen un esfuerzo enorme para no pocas entidades".

Un segundo factor de riesgo que subrayó es la teconología donde la banca había sido tradicionalmente muy competitiva en su adopción, pero Dancausa cuestionó que mantenga esa capacidad de adaptación porque algunas entidades aún no se han recuperado del todo de la profunda crisis y se ha perdido el brío inversor de antaño, justo cuando las innovaciones cambian de forma exponencial, los hábitos del consumidor lo exigen y hay competidores como Facebook, Google, etc, con vía casi libre para entrar a disputar parte de la tarta porque "no tienen ni la carga regulatoria ni el legado tecnológico de la banca tradicional". "La tecnología se ha abaratado y es, por lo tanto, mucho más accesible que antes, ya no es una barrera de entrada sino un facilitador de la competencia en el sector", concluyó. Como tercer gran factor que dificulta el negocio citó la "feroz competencia por cada cliente y cada operación", que estrangula los precios e irá a más.

Defendió, eso sí, que Bankinter está bien posicionado -"no estamos sobredimensionados" y la entidad es "lo suficientemente pequeños para disponer de agilidad y reflejos para adaptarnos pronto a entornos que puedan ser más hostiles"- para desmentir a los que vaticinan el fin de la banca mediana por la combinación de las fintech y las grandes tecnológicas. La entidad aprobó un dividendo un 24% superior, y repartir totalmente en cash el 50% del beneficio.

Mostrar comentarios