Barroso reclama objetivos económicos "más realistas" y vinculantes para la UE

  • Estrasburgo (Francia).- La estrategia 2020, que marcará las líneas de actuación económica de la Unión Europea para la próxima década, adaptará sus objetivos a cada país, a fin de ser más realista que su fallida predecesora, según propuso hoy el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso.

Barroso reclama objetivos económicos "más realistas" y vinculantes para la UE
Barroso reclama objetivos económicos "más realistas" y vinculantes para la UE

Estrasburgo (Francia).- La estrategia 2020, que marcará las líneas de actuación económica de la Unión Europea para la próxima década, adaptará sus objetivos a cada país, a fin de ser más realista que su fallida predecesora, según propuso hoy el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso.

"Tener los mismo objetivos para todos los Estados miembros no es realista. Está claro que hay que fijar objetivos, pero éstos deben contemplar las diferentes situaciones", manifestó Barroso.

Barroso hizo estas declaraciones ante el pleno del Parlamento Europeo, adonde acudió para debatir sobre uno de los mayores retos a los que se enfrentará la UE en los próximos meses, bajo presidencia española: la elaboración de un documento que resuma la agenda de reformas y mejoras para convertir la economía de la UE en la más eficiente, verde e innovadora.

Con esta aclaración, el líder comunitario también despejaba las dudas de países que, como Grecia, se enfrentan a una complicada situación económica, debido a su abultado déficit, y tienen mermada su capacidad para adquirir más compromisos presupuestarios.

"Grecia va a seguir beneficiándose de los fondos de cohesión. Es importante comprender que países como Grecia tienen que corregir su deuda porque los intereses que pagan por la misma son fondos que no pueden invertir en hospitales y escuelas", afirmó.

En su intervención, Barroso también reconoció el fracaso de la predecesora de la "UE2020", la llamada estrategia de Lisboa, que tenía el ambicioso objetivo de convertir la UE en la economía más competitiva del mundo antes de 2010.

En este sentido, se comprometió a publicar una evaluación crítica de los objetivos de Lisboa que analice los factores que truncaron su meta de acabar con el anterior "modelo de crecimiento", que "no era sostenible" y creaba "burbujas".

"No hay que limitarse a encontrar nuevas fuentes de crecimiento, sino ver por qué no funcionó el anterior modelo", dijo Barroso, quien anunció que incluirá este análisis junto a la propuesta de estrategia de la Comisión Europea (CE), que publicará a comienzos de año.

Los distintos diputados que participaron en la sesión achacaron el fracaso de Lisboa a la falta de compromiso de los Estados miembros de la UE con el documento y preguntaron al presidente de la CE cómo piensa implementar este aspecto.

Barroso no hizo mención a ninguna medida concreta, pero explicó que existe un clima más favorable a reforzar la cooperación comunitaria en este sentido, tras la crisis económica de los pasados meses.

"Los Estados miembros tienen que cooperar. En el pasado, se han negado. En el 93, (Jacques) Delors (ex presidente de la CE) propuso una coordinación reforzada en asuntos sociales y los Estados lo rechazaron. Cuando se revisó la estrategia de Lisboa, se volvió a rechazar. Ahora, tras la crisis, hay una mayor opinión favorable", aseguró.

Barroso también propuso la celebración de una sesión plenaria del Parlamento Europeo dedicada en exclusiva a los retos económicos de la próxima década.

"Es extremadamente importante que el Parlamento Europeo haga suya la estrategia 2020 y que se lo transmita a los parlamentos nacionales", dijo Barroso, quien recordó que la Eurocámara y los gobiernos nacionales deberán aprobar el documento antes de que éste sustituya oficialmente a Lisboa.

Los jefes de Estado y de Gobierno de la UE debatirán el tema en una cumbre extraordinaria y monográfica que se celebrará el próximo febrero, con la meta de dar el sí definitivo a la misma en la tradicional reunión de primavera.

La estrategia de Lisboa tuvo su origen en la cumbre europea de marzo de 2000 en la capital portuguesa, con el objetivo de convertir la economía europea en la más competitiva del mundo en 2010, aumentando la productividad y el pleno empleo.

El proyecto, que tenía entre otras metas hacer frente a los retos derivados de la globalización y el envejecimiento de la población, sufrió una reforma en 2005, cuando se consideró que los objetivos iniciales no eran realistas.

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