Casi el doble que la media

La base de cotización de los jóvenes crece un 27% desde 2018 por las subidas del SMI

Los cambios introducidos por el Gobierno y la reforma laboral dejan una diferencia de doce puntos respecto a la evolución experimentada por la referencia sobre el total de la población, debido a la moderación salarial. 

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Tiger Lily a través de Pexels

El mercado laboral español sigue marcado por el alto volumen de jóvenes que está en búsqueda activa de empleo. Diciembre de 2022 cerró con una tasa de paro que rozaba el 30% entre los menores de 25 años y encabezaba la lista del conjunto de la Unión Europea. Un problema que se ha convertido en la 'piedra en el zapato' del Ministerio de Trabajo y Economía Social, que renuncia a asumir que se trata de una cuota estructural y se muestra determinado a cambiar la pauta. Sin embargo, a meses de que termine la legislatura, esto parece poco factible. No obstante, en los últimos cinco años sí que ha cambiado sustancialmente la situación de los jóvenes que trabajan, que según reflejan las estadísticas, en promedio cuentan con empleos más estables y mejor remunerados. 

La Seguridad Social recoge una variación del 27% en las bases de cotización de los menores de 30 años entre enero de 2018 y diciembre de 2022, es decir, el importe que toma como referencia este organismo para las cotizaciones que dan derecho a las pensiones contributivas y las prestaciones por desempleo. Los jóvenes con edades comprendidas entre los 16 y los 24 años han pasado de cobrar de media 888,3 euros a ganar 1.135,83 euros, según los datos recogidos por el Ministerio. Mientras que la base de cotización de los que tienen entre 25 y 29 años ha crecido desde los 1.363 euros hasta los 1.734. Una evolución que supera en doce puntos porcentuales a la apreciada por el total de la población, para la que el salario medio ha pasado de los 1.772 euros a los 2.047 euros. 

Son varios los factores que explican estas diferencias, pero las sucesivas subidas del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) explican una parte importante. La retribución mínima por trabajador se ha incrementado un 47% en este periodo, desde los 735 euros en los que se situaba a la llegada de Pedro Sánchez a Moncloa, hasta los 1.080 euros aplicados por la última alza, que no contó con el respaldo de las patronales CEOE y CEPYME. Esta política tiene una especial incidencia en las mujeres y en los jóvenes, como evidencia la Encuesta de Población Activa (INE) elaborada por el INE, en torno a un 30% de los menores de 24 cobraban el SMI en el cuarto trimestre de 2022 y un 19% de los jóvenes con entre 25 y 24 años. 

La cartera encabezada por Yolanda Díaz señalaba en último informe 'Jóvenes y mercado de trabajo' que la mayoría de estos trabajadores se concentran en el tercer sector, en concreto en los sectores de la restauración y el comercio, y en menor proporción son técnicos y profesionales científicos e intelectuales, técnicos profesionales de apoyo o tienen ocupaciones elementales. Si bien, el Ministerio de Trabajo destacó que el número de directores y gerentes jóvenes se había incrementado en un 48% respecto a 2021, mientras que la ocupación militar sufrió un descenso de más de un 18%. 

Caída de la temporalidad

Los jóvenes ocupados también han experimentado importantes cambios en términos de estabilidad en el empleo, a raíz de los cambios introducidos por la reforma laboral. La temporalidad de los menores de 24 años se situaba en el cuarto trimestre de 2022 en el 50,8% lo que supone una diferencia de casi veinte puntos respecto al dato del año anterior. En diciembre de 2021, la tasa de temporalidad para esta edad ascendía al 69,1%, justo antes de que entrase en vigor la nueva normativa.  

El número de afiliados a la Seguridad Social con un contrato fijo y menos de 19 años ha crecido un 319% en los últimos cinco años, dado que en esta franja de edad la firma de contratos estable era prácticamente anecdótica, apenas había 4.700 altas en enero de 2018, frente a las más de 19.000 registradas en el último mes de 2022. Sin embargo, el auge ha sido aún más notable en los trabajadores que tienen entre 25 y 29 años, del 600% al registrar más de 700.000 altas en diciembre, casi el doble de las anotadas cinco años atrás. El número de afiliados también se duplica en los activos con edades comprendidas entre los 20 y los 24 años, hasta superar los 280.000. 

No obstante, el trabajo a tiempo parcial sigue teniendo un peso mayor entre los jóvenes que en el total de la población, unas condiciones que a veces son deseadas, para compaginar el desempeño profesional con los estudios, por ejemplo. Si bien, el nivel de involuntariedad también es elevado, como reconoce el propio Ministerio de Trabajo. Este porcentaje, que oscila cada mes pero se mantiene en el entorno del 40%, también dobla la proporción de jóvenes que se encuentran en la misma situación en Europa.

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