Sánchez forma tándem con Macron para impulsar a su 'tapada' en el BCE: Lagarde

Pedro Sánchez y Christine Lagarde
Pedro Sánchez y Christine Lagarde
TWITTER DE CHRISTINE LAGARDE

Christine Lagarde, nueva presidenta del Banco Central Europeo (BCE). Es la jugada maestra que están calibrando en el seno de la Unión Europea el eje franco-español, la nueva alianza que han ido tejiendo en los últimos meses el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, y el presidente de la República Francesa, Emmanuel Macron. La actual directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) se ha convertido en la 'tapada' de un tándem que ejerce de contrapeso a la todopoderosa Alemania, que aspira a colocar a su propio candidato, según explican fuentes cercanas a las negociaciones.

La lucha por el 'trono' de Fráncfort se está librando estas semanas en Bruselas por vía teléfonica. El Consejo Europeo del jueves y la Cumbre del Euro del viernes pasado terminaron sin acuerdo, pero los líderes ya dejaron claras cuáles son sus posturas y, sobre todo, sus líneas rojas. Las negociaciones para repartirse los cinco principales puestos de responsabilidad en la Unión Europea continuarán estos días a través de los 'teléfonos rojos', en el G-20 de Osaka y en el Consejo extraordinario del próximo día 30. Y, ante esta situación, la dupla Sánchez-Macron ya se está movimiento para ampliar su poder en el seno de Bruselas.

El objetivo de los líderes español y francés es evitar a toda costa al 'halcón' Jens Weidmann en la carrera sucesoria de Draghi. Quieren a un presidente en el BCE que siga apostando por políticas expansivas, que se encuentre en condiciones de volver a pronunciar, si fuera necesario, aquel "whatever it takes" que salvo el euro en 2012 y, en definitiva, que se cuide una política monetaria conjunta. Weidmann no es el más indicado. Sus miradas se dirigen, por tanto, hacia una 'paloma' que ejerza de 'Draghi II' a partir de la marcha del italiano a partir de octubre y protagonice una política monetaria continuista en el viejo continente.

España, en efecto, está tejiendo una alianza estratégica con Francia inédita y que, incluso, podría considerarse histórica. Sánchez se encuentra en este momento en una posición negociadora en el seno de Bruselas que no tuvieron ni Mariano Rajoy ni José Luis Rodríguez Zapatero, pese a que ambos gozaron de cómodas mayorías absolutas durante un mandato. El presidente en funciones cuenta con 123 diputados y no ha logrado avanzar en su investidura, pero ha sido elegido negociador de los socialdemócratas, junto al portugués Costa, y eso le concede un estatus privilegiado en estas negociaciones.

El enemigo a batir es Merkel, una vez confirmado el divorcio de Reino Unido y la complicada situación de Italia. El eje Sánchez-Macron ya ha dejado claro a Alemania que no va a aceptar a dos germanos en la Comisión Europea y en el BCE. De esta forma, si finalmente el candidato del Partido Popular Europeo, Manfred Weber, logra alcanzar la máxima representación comunitaria la puerta de Fráncfort quedaría automáticamente cerrada  para Weidmann. Es una línea roja de Madrid y París.

Es, precisamente, en este punto donde emergen las posibilidades de que un candidato francés pueda suceder a Draghi y convertirse en el segundo galo en alcanzar la presidencia del banco comunitario tras la etapa de Jean-Claude Trichet. Lagarde, por tanto, es una posibilidad, una vez que apura sus últimos meses al frente del FMI. Sería, además, algo muy representativo, ya que nunca antes una mujer ha ostentado el cargo. Su problema: que no ha dirigido el banco central de su nación.

Si la vía Lagarde falla, el 'tándem' Sánchez-Macron (o Macron-Sánchez) tiene otros candidatos. Las fuentes consultadas citan los nombres de François Villeroy de Galhau, actual gobernador del banco central francés, y de Benoît Coeuré, que es actualmente miembro del Comité Ejecutivo del BCE. Son los peones de París en la negociación.

Sánchez junto a Macron y Merkel la semana pasada en Bruselas
Sánchez junto a Macron y Merkel la semana pasada en Bruselas / Moncloa

El Gobierno español, en definitiva, se ha mostrado dispuesto a apoyar a un candidato francés para el BCE, siempre y cuando se comprometa a una política continuista de la era Draghi. A cambio, España podría contar con los votos de Macron para ocupar otros cargos de alta responsabilidad en esta legislatura comunitaria. Josep Borrell, Teresa Ribera, Nadia Calviño y Luis Planas son los nombres que está impulsando el equipo de Sánchez a la espera de concretarse los puestos que podría alcanzar nuestro país. La diplomacia entre Moncloa y El Elíseo está siendo, en definitiva, de lo más intenso.

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