El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha asegurado este jueves que la rentabilidad de la banca es mayor que antes de la pandemia y más alta que el coste del capital, si bien ha advertido sobre la posibilidad de que la actual crisis cause "daños a la banca" en forma de subida de la morosidad. Hernández de Cos ha participado este jueves en la Conferencia Internacional de banca organizada por el Santander, durante la cual ha mantenido una charla con el consejero delegado de la entidad, José Antonio Álvarez, que ha moderado la presidenta de la Asociación Española de Banca (AEB), Alejandra Kindelán.
Cos ha señalado que la tasa de morosidad ha bajado desde la anterior crisis, por lo que ha instado a las entidades a ser parte de la solución, aunque ha alertado de posibles "daños" en forma de menores volúmenes de crédito y aumento de la mora; de ahí que haya animado a "mantener la resiliencia y aumentarla a largo plazo". Desde el sector, José Antonio Álvarez ha indicado que los bancos, como intermediarios financieros, deben transmitir a los ahorradores "que lo que se hace es lo que hay que hacer", en un momento en el que cabe esperar que algunos prestatarios tengan dificultades para devolver sus préstamos, un problema "tradicional" del sector.
En este contexto, cuando la economía se ralentiza, es preciso apoyar a los clientes y adaptarse a su capacidad de pago, lógico en un momento de elevada inflación, y los bancos deben acomodarse a la capacidad de pago de familias y empresas, ha dicho. Sobre la inflación, Hernández de Cos ha reiterado que la subida de precios y su impacto en la cesta de la compra "harán necesarias más subidas de tipos" por parte del Banco Central Europeo (BCE), si bien la decisión dependerá de las previsiones económicas de los próximos meses.
La inflación, ha explicado el gobernador, ha crecido y afecta a toda la cesta de la compra, lo que explica la reacción del BCE, que en su última reunión elevó los tipos de interés en la zona del euro al 2%. Para ello el organismo se basa en las previsiones de inflación, que, a su vez, depende de las condiciones económicas y de la posibilidad de una recesión, por lo que cuando se conozcan las nuevas proyecciones macro, se verá qué decisiones debe adoptar el BCE, ha indicado. El gobernador se ha mostrado partidario de que la política fiscal y la monetaria vayan de la mano, ya que un impulso fiscal generalizado "no es necesario" y puede ser contraproducente para reducir la inflación.
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