Boehner reitera que está en manos de Senado evitar cierre de Gobierno en EEUU

  • El presidente de la Cámara de Representantes de EEUU, el republicano John Boehner, reiteró hoy que está en manos del Senado aprobar la financiación necesaria para evitar un cierre parcial de las actividades del Gobierno federal a partir de esta medianoche.

Washington, 30 sep.- El presidente de la Cámara de Representantes de EEUU, el republicano John Boehner, reiteró hoy que está en manos del Senado aprobar la financiación necesaria para evitar un cierre parcial de las actividades del Gobierno federal a partir de esta medianoche.

"La Cámara de Representantes ya ha hecho su trabajo", insistió Boehner en una breve declaración a la prensa.

Esa cámara, de mayoría republicana, aprobó el domingo un proyecto presupuestario que prorroga los fondos para el Gobierno hasta el 15 de diciembre, pero al mismo tiempo exige un retraso en la puesta en marcha de la reforma sanitaria, una demanda que la Casa Blanca y los demócratas consideran inaceptable.

El Senado prevé reunirse hoy a partir de las 18.00 horas GMT y el líder de la mayoría demócrata en esa cámara, Harry Reid, ya ha adelantado que no permitirá un respaldo a la propuesta defendida por los republicanos.

"Si es una emergencia, ¿dónde están ellos (los senadores)?", cuestionó hoy Boehner en alusión al hecho de que el Senado no celebrara sesiones ayer.

Según Boehner, la Cámara baja ya ha votado para mantener al Gobierno en funcionamiento, "retrasar" la aplicación de la reforma sanitaria y garantizar los pagos a los militares en caso de un cierre federal.

"Los estadounidenses no quieren la Obamacare (apelativo usado por los republicanos para denominar a la reforma sanitaria) y no quieren un cierre del Gobierno", destacó Boehner.

Esta medianoche termina el año fiscal y se agotan los fondos para las actividades no esenciales del Gobierno, mientras republicanos y demócratas en el Congreso están lejos de llegar a un acuerdo para evitar el primer cierre federal en más de 17 años, ya que el último fue en enero de 1996.

Ese cierre obligaría a mandar a casa a casi 800.000 funcionarios durante el tiempo que dure la escasez de fondos y podría costar más de 1.000 millones de dólares a las arcas públicas, según la Casa Blanca.

El presidente de EEUU, Barack Obama, ha sido muy claro en los últimos días y ha subrayado que no permitirá que los republicanos usen la reforma sanitaria, uno de los mayores logros de su mandato, como chantaje para autorizar los fondos que necesita el Gobierno para seguir funcionando.

Obama mantendrá esta tarde una reunión con los miembros de su gabinete en la Casa Blanca para analizar los últimos acontecimientos del debate presupuestario y medidas ante un posible cierre parcial del Gobierno.

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