La plaza, sin embargo, salió del rojo del lunes cuando cayó 1,62% en una jornada marcada por la llegada del nuevo ministro Nelson Barbosa en reemplazo de Joaquim Levy.
Heterodoxo, este ex titular de la cartera de Planificación no fue bien recibido por los mercados ni analistas, que no lo consideran muy cuidadoso del equilibrio fiscal y sí demasiado cercano a la presidenta Dilma Rousseff.
El martes la bolsa paulista llegó a subir hasta 1% entusiasmada con noticias sobre China, pero hacia el cierre moderó su avance.
"El ánimo cayó. El mercado sigue preocupado con la conducción de la política económica", dijo al diario especializado Valor Luciano Rostagno, estratega jefe de Banco Mizuho.
"Barbosa está más alineado con las ideas económicas de Dilma", consideró.
Levy, que trabajó para el FMI y tenía el respaldo del mercado financiero, fue reemplazado el viernes por Barbosa, un economista de 46 años de perfil desarrollista. Para muchos inversores no es un político preocupado por la responsabilidad fiscal en un año de fuerte crisis política y recesión económica en Brasil.
En una teleconferencia con inversores internacionales el mismo lunes, Barbosa señaló que las grandes líneas de acción de su predecesor Levy -control del gasto y de la inflación- serían mantenidas para controlar la crisis que golpea a la séptima economía global.
En la jornada del martes se negociaron 5.061 millones de reales (unos 1.200 millones de dólares) en 723.051 operaciones.
El parquet paulista retrocedió un 2,91% en 2014, después de caer un 15,5% el año precedente.
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