Madrid, 27 nov.- Un equipo de siete miembros de Bomberos Unidos Sin Fronteras (BUSF) ha regresado hoy a Madrid "satisfecho" con la labor realizada en Filipinas, donde ha instalado una planta potabilizadora, que garantizará el suministro de agua a unas 3.000 personas en Tacloban.
Así lo ha manifestado hoy Antonio Gutiérrez Nogales a su llegada al aeropuerto de Barajas, donde ha explicado que la planta potabilizadora dará servicio a unas 350 familias que se encuentran en un centro de evacuación.
El bombero recordó que su llegada a la zona siniestrada fue muy difícil porque el paso del tifón había "acabado con toda la infraestructura. No había combustible, no había vehículos y toda la organización de la ciudad se había venido abajo".
"En esas circunstancia resultó muy complicado moverse", aseguró Antonio Gutiérrez, aunque reconoció que la situación ha mejorado y en la actualidad hay combustible, se puede circular y la ayuda "va llegando".
Pero, a pesar de manifestar que "se ven signos de que empieza la recuperación", el integrante de Bomberos Unidos Sin Fronteras, ha advertido de que hace falta todavía mucha ayuda y de que la vuelta a la normalidad va a ser muy complicada porque la mayoría de las casas está destruida y la población hacinada en los centros de evacuación.
El equipo de BUSF estaba integrado por dos enfermeros de la unidad médica y cinco especialistas en potabilización, procedentes de Madrid y Huelva, entre otros lugares.
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