Compras antipandemia

El bono español roza mínimo histórico por el BCE en plena pelea con Madrid

Sólo en agosto del año pasado el interés que se exigía a España por colocar su deuda en los mercados secundarios fue más bajo y, de hecho, llegó a situarse casi en negativo, en el 0,044%.

La prima de riesgo aguanta el tipo pese al mayor alza mensual del paro por el Covid
El bono español toca mínimo histórico por el BCE en plena pelea con Madrid
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El 'bazuca' billonario desplegado por el Banco Central Europeo a través de su programa de compra antipandemia (PEPP, por sus siglas en inglés) y la posibilidad cada vez más cercana de que el emisor introduzca nuevas medidas monetarias para favorecer a la economía han permitido al bono español a 10 años rozar un nuevo mínimo histórico de rentabilidad el viernes, en el 0,14%. Sólo en agosto del año pasado el interés que se exigía a España por colocar su deuda en los mercados secundarios fue más bajo y, de hecho, llegó a situarse casi en negativo en el 0,044%

Salvo en esa ocasión, nuestro país nunca había emitido tan barato... ni los inversores habían estado dispuestos a pagar un precio tan alto por nuestros bonos (el precio se comporta en sentido contrario a la rentabilidad en la deuda). Lo significativo es que este hecho se produce en plena pelea entre el Gobierno Central y el de la Comunidad de Madrid (que ha dado lugar al estado de alarma en la región) por las medidas de control de la pandemia, y cuando la crisis del coronavirus ha puesto el foco internacional en nuestro país. En las últimas semanas España ha sido el que mayor tasa de positivos ha registrado en Europa, con 302 por cada 100.000 habitantes. Sólo recientemente ha sido superada únicamente por República Checa, con 327 contagios por cada 100.000 habitantes.  

Con una incidencia de la enfermedad que retrotrae a niveles de marzo y sin contar aún con unos nuevos presupuestos -los vigentes fueron aprobados para el ejercicio 2018 por el entonces ministro Cristóbal Montoro-, la acción del organismo presidido por la francesa Christine Lagarde está siendo clave. El Consejo de Ministros ha acordado fijar el límite de gasto no financiero del Estado para el ejercicio 2021 en 196.097 millones de euros, y suspender las reglas fiscales vigentes para los años 2020 y 2021. 

Se trata de una cifra sin precedentes para atajar las consecuencias de la mayor recesión en tiempos de paz, con una caída del 22,1% del PIB en el segundo trimestre en relación al mismo periodo del ejercicio previo y que ha dejado sin empleo o en ERTE  a más de 1,56 millones de personas en España. En ella se incorporan ya los 27.436 millones de transferencias europeas que forman parte de los 140.000 millones de euros que nos corresponden del Plan de Recuperación.

En plena primera ola, la rentabilidad de la deuda llegó a subir hasta el 1,22% el pasado 18 de marzo, lo que colocó a su vez en 156 puntos básicos la prima de riesgo española, es decir, el sobrecoste que el mercado exige al país por emitir deuda en relación a lo que paga Alemania (Bund). Fue después de que el Ejecutivo decretara el estado de alarma sólo cuatro días antes y de que se empezaran a constatar los problemas que iba a causar en la economía mundial la crisis sanitaria.

Bajo la batuta de Christine Lagarde, el emisor ha destinado más de 61.000 millones de euros a la adquisición de deuda soberana española a través de sus programa de emergencia antipandemia. A esta cantidad habría que sumar al menos otros 18.306 millones en bonos adquiridos a través del programa de compras de deuda soberana PSPP, según los datos facilitados por la entidad.

¿Efecto Madrid?

La rentabilidad del bono español ha bajado en las últimas horas, cuando el Gobierno ya había hecho pública su intención de reunir el Consejo de Ministros extraordinario del viernes, en el que finalmente fue aprobado el estado de alarma en Madrid. Este hecho se ha producido además justo después de que el propio Fondo Monetario Internacional (FMI) asegurase que los confinamientos de la población para frenar al Covid-19 son menos perjudiciales para la economía que tratar de atajar la curva de contagios mediante medidas más laxas.

En su informe 'Perspectiva Económica Mundial', publicado el pasado jueves, el organismo liderado por Kristalina Georgieva incidía en que "a pesar de entrañar costes económicos a corto plazo, los confinamientos pueden allanar el camino hacia una recuperación más rápida al contener la expansión del virus y reducir la necesidad de distanciamiento social con el tiempo, lo que posiblemente tenga efectos positivos en general para la economía".

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