Borja Thyssen y Blanca, en alta mar rodeados de amigos y familiares

  • MADRID, 27 (CHANCE) Borja Thyssen celebra su 35 cumpleaños con una divertida jornada en alta mar en familia y con amigos. Como regalo recibió el tercer y último pago de la herencia que le dejó el barón: 5 millones de dólares. Con anterioridad ya cobró dos pagos más de idéntica cuantía cuando cumplió los 25 y los 30. El hijo de Carmen Cervera tiene además una asignación anual. Ello coincide con el primer aniversario de la reconciliación familiar.

MADRID, 27 (CHANCE)

Borja Thyssen celebra su 35 cumpleaños con una divertida jornada en alta mar en familia y con amigos. Como regalo recibió el tercer y último pago de la herencia que le dejó el barón: 5 millones de dólares. Con anterioridad ya cobró dos pagos más de idéntica cuantía cuando cumplió los 25 y los 30. El hijo de Carmen Cervera tiene además una asignación anual. Ello coincide con el primer aniversario de la reconciliación familiar.

El escenario elegido por la familia para disfrutar de sus vacaciones estivales ha sido una vez más Ibiza y el Matamuama el barco de Tita Cervera, fondeado en la isla. Borja, Blanca y sus tres hijos mayores, Sacha, Éric y Enzo salieron a navegar. La gran ausente Kala, que se quedó en casa al cuidado de un familiar.

Ahora que las cosas van bien y por fin se ha producido la reconciliación entre madre e hijo, Carmen y Borja están aprovechando al máximo el tiempo perdido y han disfrutado estos días de mucha diversión. Con ellos por supuesto se encontraban los pequeños Sacha, Éric y Enzo, y Blanca Cuesta.

Como recordaremos, todo comenzó con un*encuentro casual en una cafetería*de Madrid. Fue el comienzo de un acercamiento muy demorado que nadie creía demasiado. Luego, la baronesa apareció testimonialmente en la exposición de cuadros de Blanca Cuesta,*otro gesto que de mucho sirvió. Tanto que meses después se ha producido lo que nadie se esperaba.

Después de siete años de distanciamiento, la llamada guerra de los Thyssen llegó a su fin. Los últimos encuentros que se produjeron entre*madre e hijo en el Museo Thyssen y en el domicilio familiar de su único hijo biológico permitieron tan ansiado momento.

La comunicación entre madre e hijo ha sido exclusivamente vía tribunales, hasta que se encontraron de manera casual en una calle de Madrid y se forjaron los primeros contactos. Ahora esos contactos ya son un hecho y por lo tanto madre e hijo están felices.

Durante la jornada de celebración, vimos a Blanca y Borja muy pendientes de sus hijos que salieron a pasear en una lancha a motor. Sancha y Éric, con chalecos salvavidas, saludaban a su mamá que les hacía fotos desde el barco. Por lo que respecta al pequeño Enzo, se bañó con su papá. Borja, en plena forma, llevaba a su hijo en la espalda durante el baño.

En todo momento vimos a Borja, que lucía el mismo bañador que sus tres hijos, muy pendiente de los pequeños. De hecho ayudó a su hijo mediano, Éric, a adentrarse en el agua ante la atenta mirada de Blanca y los hermanos, Sacha y Enzo. También se lo pasaron en grande durante un paseo en la zodiac.

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