Madrid, 31 ene.- El presidente del Grupo Santander, Emilio Botín, ha considerado hoy que las reformas que está realizando el nuevo Gobierno van en la buena dirección, pero dijo que "necesitamos cuanto antes una reforma laboral profunda y de calado" para crear empleo y para que empiece a fluir el crédito.
Botín ha hecho esta consideración durante la presentación de los resultados obtenidos por la entidad en 2011, cuando ganó 5.351 millones de euros, un 35 % menos que en 2010, después de destinar más de 3.000 millones a provisiones y saneamientos.
El presidente del Santander no se quiso meter en si las reformas previstas en el mercado laboral van a desencadenar la convocatoria de una huelga general, como admitió ayer en Bruselas el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y se limitó a repetir que lo que le conviene al país es una reforma "profunda y de calado".
"Los pasos que está dando el nuevo ejecutivo español son muy positivos y están colaborando a que la deuda pública española haya tenido una evolución positiva en las últimas semanas", dijo Botín.
Sin embargo, admitió que pese a ser "imprescindibles" son medidas "dolorosas en el corto plazo" para todo el mundo, incluso para el propio banco Santander, que antes obtenía en España en torno al 30 % de su beneficio total y ahora no llega al 10 %.
También destacó que es necesario finalizar "cuanto antes" la reestructuración del sistema financiero español y dijo que "aunque se ha avanzado mucho" hay que hacer más, aunque admitió que lo que se ha conocido hasta ahora sobre las exigencias de provisiones adicionales "va en la buena dirección".
"Cada entidad deberá hacer sus propias provisiones limitando el uso de fondos públicos", dijo Botín, que también alabó el esfuerzo "excepcional y sin precedentes en Europa" realizado por las entidades "con motivo de la obligada fusión" de los fondos de garantía de depósitos de bancos, cajas y cooperativas para solucionar los problemas de algunas cajas.
"Las (cajas) no viables deberán ser vendidas", con el objetivo de que las entidades resultantes después de finalizar la reestructuración sean "más grandes, más sólidas, más eficientes" y que tengan una red de oficinas más ajustada al negocio, lo que influirá en que vuelva a fluir el crédito hacia la economía, dijo Botín.
Botín dijo que no está "nada satisfecho" con la velocidad con la que está actuando Europa a la hora de tomar decisiones, y dijo que "están siendo muy lentos" y le están dando poca cancha al Reino Unido, aunque dijo que la situación "empieza a mejorar".
Para Botín, lo que hay que hacer en España es "lo mismo que hasta ahora, pero de forma más realista" y recordó que ya han desaparecido muchas cajas y hay que "seguir en esta línea, pero más rápido" para "acabar cuanto antes".
También se mostró convencido de que España cumplirá con el objetivo de cerrar el ejercicio con un déficit del 4,4 %, aunque no quiso entrar en si sería bueno que nos prorrogaran el plazo.
En cuanto a los planes del banco para 2012, aseguró que no tienen previsto hacer ninguna adquisición ni tampoco ninguna venta "significativa".
Preguntado por los planes del Grupo de sacar a Bolsa las filiales del Reino Unido, Argentina y Brasil, aplazados por culpa de la crisis, Botín aseguró que los retomarán "cuando los mercados estén propicios".
El presidente del Santander no quiso arriesgarse a dar un pronóstico de cuál podría ser el beneficio del Grupo en 2012 y sólo adelantó que será un año "muy complicado y difícil", a pesar de lo que la entidad está decidida a mantener el "pay out", la parte del beneficio destinada a retribuir al accionista, por debajo del 50 % y el dividendo en 0,6 euros por acción. EFECOM
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