BPI advierte del riesgo de normalizar demasiado tarde los tipos de interés

  • El Banco de Pagos Internacionales (BPI) advierte del riesgo de que los tipos de interés, que actualmente son extremadamente bajos en las principales economías avanzadas, se normalicen demasiado tarde.

Arantxa Iñiguez

Fráncfort (Alemania), 29 jun.- El Banco de Pagos Internacionales (BPI) advierte del riesgo de que los tipos de interés, que actualmente son extremadamente bajos en las principales economías avanzadas, se normalicen demasiado tarde.

En su último informe anual, publicado hoy, el BPI sostiene que los mercados financieros están eufóricos, por una fuerte tolerancia al riesgo en busca de rentabilidad, pese a que la recuperación económica es lenta.

Asimismo considera que "el riesgo de deflación generalizada parece mínimo".

Las expectativas de inflación a largo plazo (entre seis y diez años vista) se han mantenido bien ancladas hasta la fecha, lo que sugiere que probablemente la inflación no continuará mucho tiempo por debajo de los objetivos oficiales, prevé el BPI.

La entidad, que celebra hoy la Asamblea General en su sede central en la ciudad suiza de Basilea, señala que "a pesar de la relajación de la política monetaria de los últimos seis años en las principales economías avanzadas, la recuperación ha sido inusualmente lenta".

Esto "plantea dudas sobre la eficacia de la política monetaria expansiva después de la crisis", según el BPI, cuyos propietarios son los bancos centrales.

El Banco Central Europeo (BCE) bajó su tasa de interés rectora a comienzos de junio hasta el 0,15 %, la Reserva Federal estadounidense (Fed) mantiene los tipos de interés en torno al 0 % y el Banco de Inglaterra en el 0,5 %.

"Las principales economías avanzadas mantuvieron sus tasas de interés oficiales en términos reales por debajo del -1 %", señala el BPI.

En el resto del mundo no fueron muy superiores: en un grupo de pequeñas economías avanzadas abiertas -Australia, Canadá, Noruega, Nueva Zelanda, Suecia y Suiza- y en las economías de mercado emergentes, las tasas de interés reales fueron apenas ligeramente superiores a cero.

Los activos de los bancos centrales comenzaron a aumentar rápidamente en 2007, y desde entonces se han duplicado hasta superar su valor agregado los 20 billones de dólares, una cifra sin precedentes (superior al 30 % del productor interior bruto mundial).

Este aumento refleja compras de activos a gran escala y la acumulación de reservas de divisas.

El Banco de Japón amplió su balance, desde menos del 35 % del producto interior bruto (PIB) en abril de 2013 hasta más del 50 % a comienzos de 2014, tras aplicar un programa de relajación cuantitativa y cualitativa para superar la deflación.

Los mercados esperan que la Reserva Federal concluya el programa de compra de activos antes de que finalice 2014 y el gobernador de la Reserva Federal de San Louis, James Bullard, dijo este semana que espera una subida de las tasas de interés a finales del primer trimestre de 2015.

Los mercados preveían hasta ahora que el primer incremento de los tipos de interés en EEUU se producirá a mediados de 2015.

El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ha dejado entrever que las tasas de interés se mantendrán en la zona del euro en el nivel actual hasta finales de 2016.

No obstante, el BPI advierte de que la política monetaria ha sido relativamente ineficaz al impulsar el crecimiento, que es lento porque no puede sustituir el necesario saneamiento de balances y reformas estructurales.

"La normalización de la política monetaria, que es extraordinariamente expansiva, exigirá una hábil programación y una diestra gestión de factores económicos, financieros y políticos y, por tanto, es difícil garantizar que estará libre de contratiempos", agrega el BPI en su informe.

El riesgo fundamental es que los bancos centrales no lleven la iniciativa, normalizando demasiado tarde o demasiado despacio una comunicación diligente.

Anunciar la normalización con suficiente antelación y dejando claro que será gradual, ayudará a limitar el riesgo de perturbaciones en el mercado, concluye.

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