Rajoy ignoró las indicaciones de Bruselas para dejar el déficit bajo el 3% ya en 2017

  • La Comisión Europea admite que ha suavizado los ajustes que exigirá a España en 2019 por el elevado nivel de desempleo que arrastra el país
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.

Bruselas realizó "indicaciones" al Gobierno de España a lo largo del pasado año para que aprovechara el tirón de la actividad económica para acelerar la reducción del déficit y salir ya en 2017 del brazo correctivo del Procedimiento de Déficit Excesivo (PDE) como, por ejemplo, sí hizo Francia. Moncloa desoyó  esas indicaciones y, pese a disfrutar de un contexto económico sensiblemente mejor de lo previsto, apuró al máximo el margen presupuestario pactado con Bruselas y cerró el ejercicio con un desequilibrio negativo del 3,07% del PIB, en línea con el 3,1% previsto.

El relato oficial del Gobierno sobre el asunto ha incidido en que es la primera vez en una década que se cumple el objetivo presupuestario pactado con Bruselas y que esas siete centésimas de PIB - en torno a 750 millones de euros - que han dejado al Reino de España como el único país de toda la Unión bajo el sistema de supervisión reforzada de Europa por desequilibrios presupuestarios no eran reducibles de ningún modo. 

Existen dudas sobre el particular. El ministro de Economía, Luis de Guindos, deslizó ya en el mes de enero de este año que el Gobierno podría abordar en 2018 una rebaja fiscal porque había muchas posibilidades de que ya no estuviera bajo el yugo del PDE. Y desde Bruselas el comisario europeo de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, también lanzó en alguna de sus comparecencias públicas del año pasado el mensaje de que la Unión Europea podría entrar en 2018 sin ningún país dentro del PDE, dando así por cerrada una 'década ominosa' abierta en 2009 y en la que 24 de los 28 países miembros han sufrido desequilibrios presupuestarios de diversa consideración. 

La esperanza de Moscovici se ha visto defraudada...pero España ha cumplido con su parte y se ha situado dentro de los márgenes pactados con Bruselas. Además, para el Gobierno permanecer en el PDE tiene sus ventajas, ya que le exime de quedar vinculado por la regla de gasto europea - mucho más estricta que la española-, que a buen seguro le hubiera impedido ser tan generoso en la negociación parlamentaria de los Presupuestos de 2018. Fuentes de la Comisión Europea confirman que no se ha solicitado ningún tipo de explicación a España por esas siete décimas y que lo que sí continuará haciendo la Comisión es instar a España a aprovechar la fortaleza de la economía para acelerar la reducción del déficit...y también de la deuda. 

Según fuentes de la Comisión, una vez que salga formalmente del brazo correctivo del déficit excesivo España dispondrá de tres años de gracia para acreditar una rebaja anual media del 5% en su volumen de deuda sobre PIB y si no consigue el objetivo se le abrirá un nuevo Procedimiento de Déficit Excesivo y volverá a estar bajo la lupa de los 'hombres de negro'.

Porque éste es otro asunto. El Gobierno ha avanzado que España saldrá sí o sí del Procedimiento de Déficit Excesivo este 2018, ya que reducirá su déficit por debajo del 3%, pero la Comisión Europea se ha preocupado de advertir que ésta puede ser una situación transitoria si España no pone bajo control la deuda pública, que se mueve desde hace meses en máximos históricos.

Ajuste estructural del 0,65% del PIB en 2018

De momento, lo que ha hecho Bruselas es poner a España en el punto de mira. Ya lo está por su condición de único país de la UE dentro del brazo correctivo del PDE, pero es que además la Comisión ha situado a España dentro del grupo de países con un riesgo elevado de no cumplir la regla de gasto europea en 2019.  

Pesa en la decisión de Bruselas los gastos ya comprometidos para la subida de las pensiones y el incremento de la nómina de los funcionarios, y la obligación, concretada en el informe de recomendaciones publicado este miércoles, de realizar un ajuste estructural equivalente al 0,65% del PIB (en torno a 7.000 millones de euros) en 2019, cuando España ya no tendrá el escudo del PDE y su desempeño presupuestario se evaluará en función de su grado de cumplimiento de la regla de gasto europea. 

Eso sí, a cambio la Comisión Europea exige un esfuerzo más decidido por parte del Gobierno de España para tomar las medidas que permitan incrementar el número de ofertas que manejan los Servicios de Empleo y también sus recursos, que se han visto recortados de manera muy significativa con motivo de la crisis, denuncia la Comisión. 

Y eso que Bruselas será menos exigente con España por la elevada tasa de desempleo que aún arrastra el país, según se admite desde la Comisión Europea. En realidad, a España le correspondería realizar un ajuste estructura equivalente al 1% del PIB en 2019, pero las dificultades que está manifestado el país para reducir su tasa de desempleo a niveles más razonables ha aconsejado a Bruselas ser menos exigente. 

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