Bruselas insta a España a ajustar el gasto en pensiones si quiere subirlas con el IPC

  • La UE reivindica el favorable impacto de las reformas de 2011 y 2013 y emplaza al Gobierno a replantearse los ingresos de los futuros jubilados.
Magdalena Valerio y Marianne Thyssen / UE
Magdalena Valerio y Marianne Thyssen / UE

A Bruselas no le gusta que España haya vuelto a revalorizar las pensiones con el IPC. No le gustaba este sistema de actualización de las pensiones en su día, aplaudió su derogación y la implantación del Índice de Revalorización de las Pensiones en 2013, manifestó sus reservas cuando el Gobierno del PP introdujo una subida extra en los Presupuestos de 2018 y ahora que el Ejecutivo ha manifestado su intención de regresar al modelo original -con un amplio apoyo de los partidos- no ha perdido la oportunidad de lanzar las oportunas advertencias sobre las consecuencias que esto puede acarrear.

Lo ha hecho en el informe de recomendaciones a España publicado este miércoles, en el que insta al Gobierno que se configure en las próximas semanas a adoptar "medidas compensatorias para asegurar la sostenibilidad del sistema de pensiones a medio y largo plazo" a la vista de que los presupuestos de 2018 y 2019 han recuperado la vieja costumbre de actualizar las prestaciones de los pensionistas con el IPC y de que se ha aplazado la entrada en vigor del Factor de Sostenibilidad, el elemento de ajuste que iba a empezar a modular desde este mismo año 2019 el incremento de las prestaciones iniciales de los nuevos pensionistas en función de su esperanza de vida.

Bruselas denomina el intento de contener la inercia de crecimiento de las prestaciones de los nuevos pensionistas con el verbo 'adecuar'. De este modo, el informe de la Comisión Europea subraya la importancia que han tenido las controvertidas reformas del sistema de pensiones de Zapatero en 2011 y de Rajoy en 2013 para apuntalar la sostenibilidad financiera del sistema de pensiones y garantizar "la adecuación relativa de las pensiones a largo plazo". 

Un vistazo a las bases estadísticas de la Seguridad Social revela que mientras entre 2008 y 2013 la pensión inicial de los nuevos jubilados creció en casi 200 euros, de los 1.200 euros al entorno de los 1.400 euros, a partir de 2013, con la implantación de índice de revalorización de las pensiones y la ampliación del periodo de cálculo de la pensión, ésta se estabilizó en el rango de los 1.400 euros. Este año, los nuevos jubilados están entrando en el sistema con pensiones cercanas a los 1.600 euros.

Con el índice de revalorización de las pensiones herido de muerte, aunque aún no se ha derogado legalmente, y el factor de sostenibilidad en cuestión, la Comisión Europea advierte a España de que necesitará medidas para "abordar la adecuación de los ingresos de los futuros jubilados" y también para tener en cuenta la duración y la integridad sus carreras laborales, en un contexto, recuerdan, de alto desempleo, elevada temporalidad y creciente contratación a tiempo parcial.

Críticas a la extensión del subsidio a mejores de 52 años

En este sentido, Bruselas 'empuja' a España para que adopte medidas que dinamicen el mercado laboral y favorezcan la inserción de colectivos especialmente desfavorecidos como los jóvenes y los trabajadores adultos de baja cualificación. Apostar por la formación, simplificar y alinear mejor los incentivos a la contratación y acabar con la dualidad laboral que hace más atractivo para los empresarios contratar de forma temporal son algunas de las recetas que la Comisión pone sobre la mesa.

Por contra, no le gusta tanto el camino que ha adoptado el Gobierno de Pedro Sánchez de mejorar la cobertura a ese segmento de población ampliando el perímetro del subsidio de desempleo a los mayores de 52 años. Entienden en Bruselas que esa medida, a la búsqueda de una mayor protección social para un colectivo desfavorecido, puede socavar los estímulos para buscar empleo de ese segmento de población.

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