El Bundesbank cree que Alemania estará en recesión técnica este trimestre

 El Bundesbank ha advertido sobre una probable recaída de la economía alemana en el primer trimestre del año, aunque esta sería menor que la del cuarto trimestre de 2022. Esto supondría sumar un segundo trimestre consecutivo de caída en el PIB, lo que supone una recesión en términos técnicos. En su boletín económico, el banco central alemán , ha sostenido que "la productividad de la economía alemana podría caer de nuevo en el primer trimestre de 2023, aunque con menos fuerza que en el trimestre anterior ". No el único jarro de agua fría que ha dispensado hoy los economistas de esta institución ya que han constatado que "la economía alemana se recuperó a comienzos de 2023 sólo con dificultad del fuerte y amplio retroceso de diciembre del año pasado". 

El Bundesbank ha afirmado que "la industria y la construcción subieron su producción en enero de nuevo con fuerza y superaron, incluso, la media del trimestre anterior". Por su parte, las exportaciones de mercancías se recuperaron sólo en parte y el consumo adolece de la cautela de los consumidores por la fuerte subida de los precios. Además, han asegurado desde el banco central, la facturación de los comercios minoristas se mantuvo en el nivel del mes anterior, que ya era contenido, y se situó muy por debajo de la media del trimestre.

En cualquier caso, ha advertido que la principal economía de la Eurozona coquetea ya con una recesión técnica. Desde el Bundesbank han apuntado que "la actividad económica alemana bajará de nuevo este trimestre. La caída podría ser, sin embargo, más baja que en el último trimestre de 2022, en el que la economía se contrajo un 0,4% tras la revisión de los datos de la Oficina Federal de Estadística", añade el Bundesbank. Todo lo anterior supondría que la economía alemana entrará en una recesión técnica, que es cuando la economía se contrae durante dos trimestres consecutivos.

La confianza del consumidor se ha recuperado un poco, pero sigue en un nivel muy bajo, según el Bundesbank. Algo similar ocurre con la confianza empresarial, que mejoró en febrero pero sigue siendo pesimista.