El Bundesbank advierte de una recesión de dimensiones inciertas en Alemania

La coyuntura actual es tan compleja que los bancos centrales apenas tienen visibilidad sobre cómo pueden comportarse las economías ante un posible agravamiento de la crisis energética o de la guerra en Ucrania. El Bundesbank, banco central alemán, considera que la dimensión de la recesión en la que se prevé que la primera economía europea incurra entre el cuarto trimestre de este año y el primero de 2023 es "incierta".

Los economistas del Bundesbank advierten en el boletín de noviembre de que la "inseguridad sobre el abastecimiento energético y sus costes lastran mucho a las empresas" y, por ello, la economía alemana podría contraerse notablemente en el semestre de invierno. La mayoría de las empresas ve en los precios de la energía y de las materias primas un riesgo para sus negocios los próximos meses.

Los planes de producción y las expectativas de exportaciones de las empresas en el sector manufacturero a corto plazo son "pesimistas", según el Bundesbank. "El debilitamiento de la coyuntura global podría repercutir en las exportaciones, incluso cuando la elevada entrada de pedidos y la reducción de los cuellos de botella en los suministros de la industria suavizan la demanda", dicen los economistas del Bundesbank en el informe mensual. Además, recuerdan que la elevada inflación reduce el consumo privado y la demanda de servicios de consumo.

Por ello el Bundesbank prevé una recesión de la economía alemana en el último trimestre de 2022 y el primero de 2023, pese a que el crecimiento en el tercer trimestre de este año ha sido mayor de lo esperado, de un 0,3 % respecto al trimestre anterior. De esa recesión dicen que tiene una dimensión "incierta". Probablemente se pueda evitar una situación de escasez de gas, pero la condición es que se ahorre suficiente gas, algo que depende de la temperatura en el caso de los hogares. Si se produce una escasez de gas, la contracción del PIB alemán será mayor, según el Bundesbank.