Cae el optimismo y la rentabilidad de las empresas de UE en China en 2013

  • Tanto la rentabilidad como el optimismo sobre los ingresos futuros han caído entre las empresas de la Unión Europea implantadas en China, de acuerdo con una encuesta que ha divulgado hoy la Cámara de Comercio de la UE en el país asiático.

Pekín, 30 may.- Tanto la rentabilidad como el optimismo sobre los ingresos futuros han caído entre las empresas de la Unión Europea implantadas en China, de acuerdo con una encuesta que ha divulgado hoy la Cámara de Comercio de la UE en el país asiático.

El informe, titulado "Encuesta sobre la confianza empresarial 2013", elaborado por la consultora Roland Berger y en el que participaron 526 compañías, pone de manifiesto que el número de firmas que informó de crecimiento en sus ingresos en China bajó al 62 por ciento, frente al 75 por ciento del año pasado.

Tan sólo un 44 por ciento de las compañías informó de un aumento en sus beneficios, una cifra que en 2012 había sido del 64 por ciento.

Ello supone que sólo el 64 por ciento de las empresas europeas con implantación en China es rentable en este mercado, frente al 73 por ciento del año anterior.

Entre las razones para ello, la Cámara alega el aumento de los costes laborales en el país asiático, la ralentización de la economía tanto en China como en la UE, el aumento de la competencia y "un medioambiente regulador discriminatorio para las empresas europeas".

En este sentido, la Cámara, que revela que el "acceso al mercado es la preocupación clave" para estas firmas, denuncia que la mitad de las compañías se lamenta de oportunidades de negocio perdidas debido a problemas de acceso a los mercados y de regulación, lo que "desafía el argumento del Gobierno de que China ofrece las mismas oportunidades para todos".

Según indicó el presidente de la Cámara, Davide Cucino, un cálculo "conservador" de esta institución estima que las empresas miembros dejaron de ingresar 17.500 millones de euros anuales debido a las barreras en el acceso a los mercados.

En parte debido a ello, ha descendido el optimismo y sólo el 29 por ciento de las empresas cree que será rentable en los próximos dos años, una cifra que en 2012 era del 34 por ciento y que en 2008 alcanzaba el 47 por ciento.

Si en 2012 el 76 por ciento de las empresas se declaraba esperanzada de aumentar sus ingresos en China, esa cifra ha descendido este año al 71 por ciento.

Pese a todo, el informe encuentra que China se mantiene como un pilar para los ingresos de las compañías, y la mitad de las empresas europeas apunta que la República Popular representa una cifra superior al 10 por ciento de sus ingresos.

El 94 por ciento declara que China mantiene la misma importancia, o más aún, que el año anterior en su estrategia global de mercado.

En especial, las empresas de bienes y servicios de consumo ven a la República Popular como un mercado cada vez más importante, y el 74 por ciento de las firmas consultadas de este ramo así lo declara.

El 86 por ciento planea nuevas inversiones para aumentar sus capacidades actuales y superar a la competencia local, y la mayoría percibe oportunidades para que el nuevo Gobierno chino acometa reformas que permitan estimular el crecimiento de la economía.

Tan sólo un 10 por ciento de las firmas europeas se plantea abandonar el mercado chino, de las cuales el 40 por ciento alega como razón el explorar otros mercados y el 25 por ciento apunta que quieren estar más cerca de sus clientes.

Tres cuartas partes de las compañías europeas identifican el Estado de Derecho como un factor significativo para determinar el comportamiento de la economía del país en los próximos años.

Según Cucino, "es necesario poner en marcha rápidamente cambios significativos para mitigar escaladas en el coste, mediante aumentos en la productividad, el acceso a oportunidades de mercado y el establecimiento de un medioambiente empresarial eficiente y funcional que tenga como principio la igualdad en la competición".

No obstante, advierte de que "pese a la creciente retórica de los altos líderes chinos de que se van a adoptar esfuerzos para transformar e igualar el clima regulador para permitir que las fuerzas del mercado entren más en juego, las compañías europeas han percibido hasta ahora pocos cambios en concreto".

En este sentido, el presidente de la Cámara subrayó que aunque el porcentaje de empresas europeas que ve oportunidades de negocio en el mercado chino es "aún muy grande", no es una posición que "vaya a mantenerse, si no se adoptan mayores reformas" por parte del Gobierno.

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