León, 25 sep.- Caja España-Duero votará mañana el cierre de su integración con Unicaja, en una asamblea extraordinaria que se pronunciará sobre la unión de la entidad castellanoleonesa con la andaluza, que acabará constituyendo el tercer mayor banco español proveniente de una caja de ahorros, por detrás de La Caixa y Bankia.
Éste es el último paso de un proceso al que ayer dio su visto bueno la asamblea general de Unicaja y que dará pie a un grupo financiero consolidable del que Caja España participará en un 30 por ciento y la entidad malagueña en un 70 por ciento.
Los consejos de administración de ambas cajas ya dieron su aprobación al protocolo de intenciones de integración el pasado 14 de abril y decidieron que el presidente de Unicaja, Braulio Medel, ocuparía la presidencia ejecutiva y el de Caja España-Duero, Evaristo del Canto, la vicepresidencia.
Durante la pasada semana, la dirección de Caja España-Duero ha recabado apoyos de su asamblea para que la propuesta salga adelante y concluya con éxito.
La operación, que se contempla sin necesidad de recurrir al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), finalizará con el nacimiento de un banco que tendrá su sede social en Málaga, sin perjuicio de que se mantengan servicios operativos centrales en las sedes de las dos cajas, Málaga, Ronda, León y Salamanca, así como en Madrid.
La nueva entidad dispondrá de un volumen de activos total que ronda los 80.900 millones de euros, bajo el mantenimiento del modelo actual de cajas de ahorros generadoras de obra social.
En este sentido, las dos cajas seguirán contando con su obra social propia, que se nutrirá de los beneficios generados por la actividad financiera del banco.
El nuevo grupo partirá de un volumen de negocio cercano a los 122.000 millones de euros, una red integrada por más de 1.700 oficinas y una plantilla superior a los 9.000 empleados.
Las entidades han destacado que la creación del nuevo grupo financiero permitirá aunar las ventajas propias de una integración de negocios y la preservación de la personalidad jurídica de cada caja de ahorros y de su identidad territorial.
En este sentido, ambas entidades subrayan que la unión complementará sinergias, diversificará el negocio y generará un liderazgo en sus respectivas regiones de origen, además de una sólida posición de recursos propios de partida.
El nuevo banco tendrá quince consejeros, de los que cinco ya han sido elegidos en un consejo de administración, anterior, de Caja España-Duero.
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