Mecanismo de Equidad Intergeneracional

Calviño intervino para intentar atraer a CEOE al pacto de pensiones in extremis

La vicepresidenta económica mantuvo contactos con la patronal durante el fin de semana para tratar de convencer a los empresarios de apoyar el acuerdo sobre un asunto prioritario para la Comisión Europea.

CALVIÑO GARAMENDI
Calviño intervino para intentar atraer a CEOE al pacto de pensiones in extremis
Agencia EFE

Ni cinco meses ha durado la paz con las pensiones. Si el pasado 28 de junio el Gobierno lograba cerrar el primer acuerdo en esta materia en una década, este lunes, 15 de noviembre, se ha roto el consenso respecto a uno de los asuntos clave de la primera parte de la reforma: el Mecanismo de Equidad Intergeneracional. La fórmula planteada por el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, para garantizar la sostenibilidad financiera del sistema durante la jubilación de la generación del baby boom ha provocado el rechazo absoluto de la patronal, que se desmarca del acuerdo bipartito alcanzado entre el Gobierno y los sindicatos. Y ello a pesar de que el Ejecutivo ha activado toda la maquinaria para convencer a los empresarios, incluida la intervención de la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, en los contactos informales mantenidos en las horas previas al 'deadline'. No ha sido posible.

A última hora del viernes, fuentes del diálogo social ya adelantaban que durante el fin de semana se multiplicarían los contactos a todas las bandas, especialmente los bilaterales, del Gobierno con los sindicatos y con la patronal, para tratar de apuntalar el acuerdo. El plazo fijado para pactar el MEI finalizaba este lunes y de nuevo el pacto, de alcanzarse, saldría sobre la bocina. Las conversaciones fueron especialmente intensas en las últimas horas, con Escrivá al frente de la delegación gubernamental, pero el ministro de la Seguridad Social no fue el único que intentó desatascar el acuerdo, especialmente con la CEOE. A estos contactos se sumó la vicepresidenta Calviño y también su número dos, el secretario de Estado de Economía, Gonzalo García Andrés, según ha podido saber La Información por fuentes conocedoras de esta vía de comunicación abierta con la patronal.

"Calviño es la principal interlocutora del Gobierno español con las autoridades europeas y, como tal, todas las reformas pasan por su departamento, especialmente las que tienen impacto económico, como la de las pensiones y, como hemos comprobado con su intervención directa en la mesa de diálogo social, la reforma laboral". Con este argumento explican las fuentes consultadas la injerencia de la vicepresidenta económica en un asunto que, en el fondo, como sucede con parte de la legislación del mercado de trabajo, también es de su competencia. "El compromiso de Bruselas incluye un modelo sostenible de pensiones", añaden otras fuentes al tanto de estos contactos que entienden la interferencia de Calviño como un intento de alcanzar el mayor consenso en el diálogo social de cara a Bruselas en un tema tan sensible como es la garantía de la equidad intergeneracional.

Bruselas exige garantías

No en vano, en el acuerdo operativo suscrito por el Gobierno español y el Ejecutivo comunitario que permite empezar a solicitar el desembolso de fondos en función del cumplimiento de los compromisos, Bruselas le ha pedido a España que justifique que el nuevo mecanismo que asegurará la sostenibilidad de las pensiones realmente garantiza la equidad intergeneracional, para lo que tendrá que enviar a la Comisión Europea una evaluación de impacto que así lo corrobore. Este informe todavía no ha sido remitido, según indican fuentes de la Seguridad Social que matizan al respecto que el acuerdo sobre la propuesta acaba de firmarse con los sindicatos, aunque se han producido "contactos casi diarios con la Comisión para que conocieran nuestros planes". Es decir, que en Bruselas han estado al tanto de lo que Escrivá ha ido negociando con los agentes sociales, sobre todo porque para las autoridades europeas es muy importante que las reformas cuenten con el mayor consenso para que perduren en el tiempo.

Lo que no explican desde la Seguridad Social es la intervención directa de Calviño en la negociación con la CEOE para intentar sumarles al acuerdo del MEI. Lo que sí confirman es que ha habido "cientos de miles de contactos" con los empresarios, "a todos los niveles", para intentar "convencerles". Algo que, finalmente, no ha sido posible. Consultados al respeto en la patronal, fuentes oficiales se limitan a indicar que la CEOE tiene "contacto directo con el Gobierno" en los distintos temas que se están negociando, pero "son contactos que no entran en la agenda pública" y, por tanto, evitan confirmar que esas conversaciones con la vicepresidenta primera hayan tenido lugar. A nivel extraoficial, fuentes de la organización empresarial revelan que el propio Antonio Garamendi dio cuenta a sus socios de estos contactos con Calviño y su número dos durante el Comité Ejecutivo del lunes.

En cualquier caso, los esfuerzos realizados desde distintos flancos del Gobierno han surtido un efecto nulo y la patronal ha declinado poner su firma en este pacto en materia de pensiones que supone un incremento de las cotizaciones sociales de 0,6 puntos durante una década para disponer del Fondo de Reserva como válvula de seguridad ante la jubilación de la abultada generación del baby boom. El Ejecutivo intentó convencer a los empresarios modulando la fórmula (se llegó a plantear un incremento gradual de las cotizaciones durante 13 años) pero tras haberse levantado de la mesa de negociación, los sindicatos han conseguido cargar una mayor parte de la cuota finalista a la empresa (0,5 puntos, frente a los 0,4 puntos inicialmente planteados), de modo que el trabajador solo se haga cargo de 0,1 puntos.

Calviño aseguraba durante la mañana del lunes que las relaciones del Gobierno con los sindicatos y las asociaciones de empresarios son "excelentes" y esperaba que los agentes sociales apoyasen al Ejecutivo en el proceso para "el refuerzo y la mejora" del sistema público de pensiones, algo que finalmente no ha sucedido. Escrivá, por su parte, mostraba cierta perplejidad tras la firma del acuerdo con los sindicatos por el hecho de que la patronal no se hubiera sumado y aseguraba no haber recibido ninguna propuesta de la CEOE sobre esta materia. Los empresarios dejaban clara su postura en un comunicado: "No es el momento de aumentar los costes empresariales y poner en riesgo la recuperación al erosionar la productividad y la competitividad de las empresas". Elevar las cotizaciones y hacer que la mayor carga recaiga sobre las empresas tendrá, advierten, "efectos negativos sobre el empleo y va en dirección contraria a lo que necesita el sistema público de pensiones".

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