Tras las críticas de las 'big four'

Calviño 'liquida' al área del ICAC que puso contra las cuerdas a los auditores del Ibex

  • El cambio de presidente en el supervisor precipita la salida del equipo de funcionarios que reprobó las auditorías de Aena, Popular, ACS o Abengoa.
Bolsa de Madrid
Bolsa de Madrid
EFE

El equipo de altos funcionarios del ICAC -el órgano estatal encargado de supervisar el trabajo de los auditores de cuentas de las empresas- que en los últimos años elevó el listón de exigencia sobre el sector  y sancionó sin contemplaciones las lagunas en los trabajos de control de cuentas de las grandes auditoras del Ibex -las llamadas 'big four': EY, PWC, Deloitte y KPMG- ya es historia. Apenas un par de semanas después de que la vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, decidiera el relevo al frente del ICAC de Enrique Rubio y pusiera al frente de la institución a Santiago Durán, un perfil más 'suave', éste ha tomado la decisión de desmantelar el equipo de la Subdirección General de Control Técnico, el brazo ejecutor de las investigaciones que derivaron en las duras sanciones que en los últimos tiempos han recaído sobre las auditoras de grandes empresas del Ibex como Bankia, ACS, Popular, Aena o Abengoa, según han asegurado a La Información fuentes próximas a la institución.

El asunto tiene su historia. Hace alrededor de un año y medio empezó a circular por despachos parlamentarios, mesas de redacción de medios de comunicación y otros espacios de influencia un conciso pero contundente documento de cuatro puntos que defendía una reforma urgente e integral del ICAC, con el objetivo declarado de garantizar su al parecer cuestionable independencia del poder político; y que pedía el cese del entonces presidente del organismo, Enrique Rubio, y de sus tres subdirectores generales, entre los que la cruz más grande se dibujaba al lado del nombre de Eva Castellanos, la subdirectora general de Control Técnico y máxima responsable de las inspecciones sobre los trabajos de auditoría a las cuentas de las empresas. Fuentes del sector atribuyeron en esos días la autoría del documento a los despachos de las 'big four'.

Eva Castellanos, una alta funcionaria con una dilatada trayectoria en el ámbito de la auditoría pública y una excelente reputación entre sus colegas del ICAC, estaba en el punto de mira no sólo por las inspecciones realizadas desde su departamento sino también por la crudeza de sus posicionamientos públicos, en los que no ha dudado en cuestionar la asunción casi generalizada por parte de las firmas de auditoría de las cifras y proyecciones que les presentan las empresas y la ausencia de análisis críticos sobre su consistencia. "No se comprueba la fiabilidad de la información presentada por las empresas y las previsiones y valoraciones de activos que realizan éstas se desafían poco... o ni siquiera se desafían. Creemos que los auditores no son lo suficientemente escépticos", les reprochaba en una jornada hace solo unos meses..

No volverá a hacer esos reproches o, al menos, no volverá a hacerlos como máxima responsable de Control Técnico del ICAC. La hasta hace unos días subdirectora general de Control Técnico de la institución es uno de los altos cargos que el nuevo presidente, Santiago Durán, ha decidido cesar en los últimos días, según aseguran a La Información fuentes conocedoras de este movimiento. Los cambios en esa Subdirección van más allá del cese de Eva Castellanos y alcanzan también a la que era su mano derecha en el organismo encargado del control directo de las auditoras, su subdirectora adjunta Hortensia Lorenzana, en lo que parece una enmienda a la totalidad al trabajo realizado desde esa Subdirección en los últimos años.

Cambio de rumbo en el ICAC

Las fuentes consultadas -funcionarios del área económica del Gobierno, exdirectivos del ICAC y personalidades del sector- interpretan el relevo de Enrique Rubio, decisión directa de Nadia Calviño según las fuentes consultadas, y Eva Castellanos como un movimiento para dejar atrás la etapa reciente de la institución como azote de las auditoras del Ibex y abrir un nuevo periodo de entendimiento en el que la actuación supervisora del organismo sea menos expeditiva y más pacífica.

Hay que recordar que en los últimos años el ICAC ha incoado sanciones millonarias, acompañadas en algunos casos de inhabilitaciones a los auditores, a Deloitte (Bankia, Abengoa o ACS); PwC (Aena, Popular); KPMG (CAM); o EY (Bankia, también), lo que no solo ha agitado el mercado de las auditorías de las empresas del Ibex, obligadas a cambiar a sus auditores, sino que ha puesto en tela de juicio la calidad de los trabajos que realiza el sector.

A ese principio de 'pacificación' parece responder también la identidad de la persona que sustituirá a Castellanos al frente de la crítica Subdirección General de Control Técnico del ICAC, Álvaro Urrutia, un inspector de seguros con poco más de tres años de experiencia en el supervisor de las auditoras en cuyo currículum figura una experiencia de dos años y medio en la Dirección de Riesgos de KPMG, una de las 'big four'.

Nadia Calviño ha optado por 'pacificar' las relaciones con el sector, que se habían agriado hasta el punto de que incluso los presidentes de las 'big four' ya manifestaban en público su malestar con las actuaciones del ICAC, maniobraban en el ámbito parlamentario para impulsar una reforma laboral que lo hiciera dependen de la CNMV -más sensible a la realidad de las empresas, según su perspectiva- y advertían de su impacto sobre la economía. "La actuación del ICAC está poniendo en cuestión la reputación de las auditoras, de los informes de auditoría que se realizan en España e incluso del rigor contable de las empresas auditadas. Estamos ante una situación que puede afectar a la actividad económica del país", se deslizaba últimamente desde el sector de las grandes auditoras

Esta 'diplomacia económica', sin embargo, no parece disfrutar de gran respaldo entre los funcionarios del ICAC. Las fuentes consultadas por La Información temen un 'paso atrás' en los avances conseguidos en los últimos años para forzar un mayor rigor en los análisis contables de las empresas por parte de las auditoras, al estilo de lo que ocurre en los países anglosajones, donde se percibe una relación directa entre el rigor de los controles del supervisor y el buen funcionamiento contable de las empresas , sostienen estas fuentes, y un retroceso en la profundidad de los análisis del ICAC en beneficio de la imagen del sector.

Fuentes próximas al ICAC señalan que la mejora de la imagen del sector auditor es uno de los objetivos que el nuevo presidente del ICAC, Santiago Durán, ex presidente de la asociación profesional de inspectores de seguros del Estado (Apise), ha fijado a fuego en sus primeros contactos con la plantilla, en coincidencia con una de las líneas maestras del argumentario que las 'big four' han venido manteniendo en los últimos meses. Que ese ítem no figuraba entre las prioridades de los profesionales de la auditoría pública lo atestigua el hecho de que, según las fuentes consultadas, haya varias personas que hayan rechazado el puesto de Presidente del ICAC bajo esos parámetros marcados por Economía.

Mostrar comentarios