El Gobierno presentará en las próximas semanas un nuevo cuadro macro que empeorará la previsión de evolución del PIB que Economía había trasladado el pasado mes de mayo y que preveía una caída del 9,2%. Según fuentes gubernamentales, en la Vicepresidencia de Asuntos Económicos ya se ha comenzado a trabajar en la elaboración de esa nueva previsión oficial tras constatar que la temporada turística no ha resultado como se esperaba y que la magnitud de los rebrotes del mes de agosto auguran una segunda oleada de contagios masivos que no se descontaba en las previsiones de mayo.
El Ejecutivo construyó su previsión oficial 'post-coronavirus' sobre la hipótesis de un frenazo económico sin precedentes en el segundo trimestre del año como consecuencia de las medidas de restricción de la movilidad adoptadas por el Gobierno para frenar la propagación del virus y una recuperación firme y progresiva en los meses siguientes hasta recuperar en cosa de dos años o dos años y medio los niveles de crecimiento anteriores a la Covid-19, eso que la vicepresidenta Nadia Calviño ha dado en denominar la recuperación en forma de 'V asimétrica'.
El primer revés al escenario base del Gobierno llegó al conocerse los datos del retroceso de la economía en el segundo trimestre del año. El confinamiento dañó a la actividad económica mucho más de lo que habían previsto los institutos de análisis menos optimistas y la caída del 18,5% intertrimestral - 22,1% en términos interanuales - llevó a un puñado de analistas a empeorar sus previsiones para el conjunto del año y alejarlas mucho más de la previsión gubernamental. A mediados del mes de julio, el consenso de los analistas, plasmado en el panel de Funcas, elevaba al 10,8% su previsión de caída de la economía española para 2020.
La Vicepresidencia de Asuntos Económicos no vio sin embargo en el hundimiento económico del segundo trimestre un motivo para la alarma y continuó manteniendo tanto en público como en privado la solvencia de su previsión oficial del -9,2%, bajo el argumento de que del mismo modo que la parálisis de la economía durante el confinamiento había sido más potente de lo esperado los primeros indicadores adelantados que manejaban sobre el comportamiento de la economía en el tercer trimestre mostraban también un mejor aspecto del previsto inicialmente.
Motivos para la preocupación
Desde el Gobierno admiten que la sucesión de acontecimientos de las últimas semanas ha empeorado de forma relevante la percepción sobre la situación de la economía y que ha obligado a replantearse el cuadro macro, que en cualquier caso debía ser objeto de análisis - si no de revisión - por parte del equipo de analistas de la Vicepresidencia que capitanea Carlos Cuerpo de cara a la eventual presentación del proyecto de Presupuestos de 2021 o del seguro envío a Bruselas del Plan Presupuestario a mediados de octubre.
"El turismo ha ido peor de lo que se esperaba, por el efecto de las recomendaciones de los gobiernos de otros países de evitar viajar a España por el riesgo de contagios; la proliferación de los rebrotes también augura restricciones en muchas actividades; y ya se está dando que las empresas están volviendo a meter en los ERTE a trabajadores que habían salido de ellos para la campaña estival", enumera la analista jefe de Funcas, María Jesús Fernández, que admite que el instituto también se está planteando retocar su previsión de caída del 9,8% del PIB para 2020 en las próximas semanas.
El principal factor diferencial es, a juicio de la analista de Funcas, la probabilidad de una segunda ola de contagios y el riesgo de que ésta se traduzca en nuevas medidas de confinamiento, aunque sean de carácter parcial. De hecho, explica que la previsión de caída del 10,8% para 2020 que traslada el consenso de los analistas del panel de Funcas de julio se basa en una hipótesis de que no se daría una segunda oleada de contagios. "También preguntamos a los analistas por lo que consideran que ocurriría si hubiera una ola de rebrotes en otoño y en ese escenario la previsión de caída de la economía era del 14,3%", desbordado incluso el desplome del 12,8% que auguró el FMI.
El Gobierno, que en los últimos meses y con Carlos Cuerpo al frente de la Dirección General de Análisis Macro ha realizado un gran esfuerzo por modernizar y mejorar las herramientas de análisis macroeconómico de las que dispone para tener una foto actualizada al día del comportamiento de la actividad económica, deberá calcular ahora la magnitud de los daños que el confinamiento, en primera instancia, y los rebrotes, en segundo lugar, han infligido y seguirán infligiendo a la economía española hasta final de año: el dato pasará a la historia del país.
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