Calviño recuerda a Iglesias quién manda: el Gobierno descarta encarecer el despido

La ministra de Economía en funciones, Nadia Calviño, durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros en La Moncloa.
La ministra de Economía en funciones, Nadia Calviño, durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros en La Moncloa.
Marta Fernández Jara - Europa Press

Nadia Calviño empieza a ejercer como vicepresidenta del Gobierno antes de serlo y a marcar distancias con el que eventualmente será su homólogo en el área social de la primera coalición de la democracia, Pablo Iglesias. La ministra de Economía en funciones aseguró ayer que el coste del despido en España no es tan barato como critican los sindicatos y Unidas Podemos. Dio así un nuevo espaldarazo a la reforma laboral del PP, tumbó las aspiraciones de sus futuros socios de Gobierno de encarecer los despidos y, de paso, lanzó un mensaje de tranquilidad a los empresarios, entre los que se ha instalado cierto nerviosismo desde el anuncio del preacuerdo alcanzado entre las fuerzas de la izquierda para intentar hacer presidente de nuevo a Pedro Sánchez.

Preguntada en una entrevista radiofónica por los planes del Gobierno  para incrementar la indemnización por despido en el marco de la revisión de la reforma laboral de 2012, Calviño sostuvo que considerar barato el pago de 20 días por año trabajado es "relativo" si se compara con el resto de Europa. En efecto, los datos respaldan la afirmación de la titular de Economía: España tiene el despido más caro de toda la Unión Europea, con una media de 28 semanas de sueldo para un trabajador con 10 años de antigüedad, tal y como se observa en este gráfico elaborado a partir de los datos del Banco Mundial:

Sin embargo, tanto los sindicatos como UP vienen defendiendo que el despido en España sale muy barato a los empresarios como consecuencia de la reforma laboral de 2012, que redujo las indemnizaciones de 45 a 33 días por año trabajado en el caso del despido improcedente y hasta 20 días en el procedente. Pero no solo eso. Más allá del coste económico, critican que la legislación es menos restrictiva en nuestro país que en el entorno europeo a la hora de despedir porque las causas son más laxas, de manera que las empresas recurren al despido de manera sistemática para ajustar plantillas o tiempos de trabajo.

Los socialistas sí se abren a revisar las causas del despido para mejorar la protección de los trabajadores, por ejemplo, en el caso del despido objetivo por absentismo laboral, como se avanzó en estas páginas. Sin embargo, descartan por completo tocar los baremos establecidos para la  indemnización, tal y como confirman a La Información fuentes del Ministerio de Trabajo. Quedan tumbadas, por tanto, las pretensiones de UP en este aspecto de la contrarreforma laboral.  

Roces con Iglesias...

Iglesias ya advirtió a su militancia de que el pacto de coalición supondría renunciar a un buen número de propuestas de su programa. Y el encarecimiento del despido será una de ellas. De hecho, se van a ver obligados a despedirse del grueso de sus planes en materia laboral, mucho más radicales de los que plantea el PSOE. Para empezar, Unidas Podemos apuesta por derogar por completo las dos últimas reformas, no solo la del PP de 2012, también la de Zapatero de 2010. Mientras, los socialistas han ido rebajando su discurso hasta limitarse a modificar únicamente los aspectos que consideran "más lesivos" de la legislación que diseñaron Mariano Rajoy y Fátima Báñez.

Se descarta, por tanto, que esta fricción pueda romper el preacuerdo para un gobierno de coalición. Sin embargo, este roce ya anticipa que la convivencia entre Calviño e Iglesias en las vicepresidencias del eventual ejecutivo va a ser, cuando menos, tensa. El líder de Podemos no ha ocultado su rechazo a algunos planteamientos de la actual ministra de Economía en funciones, como la implantación de la mochila austriaca, que provocó sus críticas por considerar que implica el despido gratuito. 

Por su parte, Calviño aseguró ayer que no le "asusta trabajar con personas que ven la vida de forma diferente" y consideró posible superar las desavenencias. No en vano, tal y como recordó la ministra en la radio, el PSOE y Unidas Podemos ya llegaron a un acuerdo para diseñar un proyecto presupuestario para 2019, que no llegó a ver la luz por la falta de apoyo de los independentistas en el Congreso.

... y con Valerio

Más allá de las reticencias con Iglesias, Calviño sigue imponiendo su criterio dentro del Gobierno en lo que se refiere a la contrarreforma laboral, un área que depende de la ministra Valerio. No es la primera vez que la titular de Economía se posiciona tajante sobre cuestiones que son competencia de Trabajo. Por citar algunos ejemplos: la mencionada mochila austriaca se introdujo en la Agenda del Cambio a petición de Calviño y contra la voluntad de Valerio; y Economía forzó a Trabajo a rebajar la subida de la base máxima de cotización en 2019 hasta el 7%, desde el 12% que se planteó inicialmente.

En general, ambas ministras comparten el objetivo de acabar con las medidas más perniciosas de la reforma del PP, pero no están de acuerdo en cuáles son esos elementos. Mientras Calviño defiende que el coste del despido en España no sale "particularmente bajo", Valerio presentó hace unos meses una propuesta a los agentes sociales para encarecer la indemnización por despido de los contratos temporales. Es más, la titular de Economía ha llegado a defender la legislación de Rajoy por considerar que revertirla no resultaría "productivo" para el mercado laboral en estos momentos de desaceleración económica.

Tras su intervención en Radio 4 de RNE, en declaraciones a los medios de comunicación, Calviño intentó matizar sus palabras sobre la indemnización por despido, asegurando que "lo importante es evitar que se produzcan despidos y crear empleo". Desde el Ministerio de Trabajo se remiten a estas declaraciones y zanjan: "No hay polémica ni se baraja tocar la indemnización por despido". 

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