CAM termina con cajas "lejanas" la fusión que le atribuían con otras cercanas

Alicante.- Caja Mediterráneo (CAM) ha culminado finalmente su anunciada fusión con tres entidades asentadas en el extremo opuesto del país, después de meses y hasta años en los que se había especulado que su futuro iría de la mano de otras más cercanas, como Bancaja, Cajamurcia y Cajamadrid.

El Sistema Institucional de Protección (SIP) con Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria pone punto y final al camino en solitario de la cuarta caja de ahorros española en tamaño y cumple con el deseo del Banco de España, que había urgido a la entidad con sede en Alicante a impulsar una unión.

Ya en la época en la que Eduardo Zaplana era president de la Generalitat, a finales de la década de 1990, se barajó la posibilidad de unir las dos principales cajas valencianas, Bancaja y CAM.

Sin embargo, las reticencias de una parte importante de CAM, con numerosos empresarios y políticos entre ellos, había impedido que la operación fructificase.

Tras unos años de bonanza económica general en que el debate sobre el futuro de CAM quedó aparcado, el replanteamiento del mapa de las cajas a causa de la crisis volvió a resucitar este asunto ya con Modesto Crespo como presidente de la entidad.

Hace poco más de seis meses, el pasado 1 de noviembre, el vicepresidente económico de la Generalitat, Gerardo Camps, animó públicamente a la fusión entre Bancaja, CAM y Caixa Ontenient para, posteriormente, afrontar la absorción de alguna otra entidad de tamaño mediano o pequeño, "como podría ser Cajamurcia".

Estas palabras fueron el pistoletazo de salida para retomar el debate público en torno a CAM aunque parece que en la entidad alicantina se impusieron, entonces, las voces contrarias a la operación, al considerar que Bancaja se haría con el protagonismo y la influencia en perjuicio de los intereses de la provincia.

En los últimos meses se ha tanteado la posibilidad de fusión con la Cajamadrid del recién elegido Rodrigo Rato, en una operación en la que también habría estado Caixa Galicia, aunque al final el proyecto se truncó y la negociación que tomó más fuerza fue con Cajamurcia.

La unión entre las dos entidades predominantes en esta zona del Levante fue avalada por amplios sectores tanto de Alicante como de Murcia, aunque en los últimos días se atascó, sin solución final.

En los últimos días, incluso, había trascendido la negociación con la bilbaína BBK, que se prolongó hasta unas pocas horas antes de que se anunciara la unión "virtual" o "fría" con Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria, que a falta de conocer detalles pormenorizados deja la presidencia a Modesto Crespo.