Diseño y tecnología

Los cambios que llegarán en los billetes de euro y tarjetas Mastercard en 2024

El dinero en efectivo modificará su diseño después de 20 años en circulación. "Es hora de actualizar nuestros billetes", sentenció Christine Lagarde. 

Billetes de euro.
Billetes de euro.
Imagen de Racool_studio en Freepik.

A partir de 2024 los billetes de euro cambiarán de diseño después de dos décadas en circulación. Así lo ha comunicado esta misma semana el Banco Central Europeo, que expuso que la nueva imagen llegará después de una colaboración de los ciudadanos europeos. "El proceso de rediseño comenzará con la creación de grupos de discusión", informó el organismo que reunirá las opiniones de los residentes de toda la zona euro acerca de posibles temas para los futuribles billetes. 

Los miembros de este grupo ya han sido designados por el BCE, atendiendo a las propuestas de los bancos centrales nacionales de la zona euro. Los integrantes pertenecen, pues, a diversos campos como historia, ciencias naturales y sociales, artes visuales y tecnología. "Después de 20 años, es hora de actualizar el aspecto de nuestros billetes para que los europeos de todas las edades y procedencias puedan identificarse con ellos", afirmó la presidenta del BCE, Christine Lagarde. 

No será, por cierto, el único cambio que en materia de dinero llegue en 2024. El pasado septiembre, Mastercard ya informó en un comunicado que iría poco a poco modificando las tarjetas de crédito. El primer paso en este sentido será eliminar las bandas magnéticas. Estos cambios llegarán en primer lugar a Europa en 2024, y más adelante se extenderán hasta otras regiones del mundo, entre las que se incluye Estados Unidos o Canadá.

A partir de esa fecha, todas las nuevas tarjetas que se emitan, tanto de crédito como de débito, eliminarán este diseño y apostarán por los chips de pago sin contacto. Además, según su calendario personal, en 2033 esperan que desaparezcan por completo.

Así, la banda magnética dejará, por tanto, paso a las conocidas como tarjetas biométricas, que combinan huellas dactilares con chips para verificar la identidad del titular de la tarjeta, ofreciendo así otra capa más de seguridad.

Su funcionamiento es el siguiente: durante una transacción, el sensor integrado captura y hace coincidir la huella digital del titular de la tarjeta con la plantilla digital almacenada en la tarjeta. Los datos biométricos del portador no salen en ningún momento, ya que la captura biométrica y la coincidencia se realiza íntegramente en la tarjeta. Si la verificación es correcta, ya no es necesario ningún PIN o firma para completar el pago.

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