Así cambiarían los impuestos de matriculación y circulación en 2022

El Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia creado por el Gobierno para la recepción de los fondos europeos incluye un total de 110 inversiones y 102 reformas para la reestructuración y transformación de la economía española. 

El conjunto de estas 212 medidas se centran en ámbitos muy diferentes como la transición ecológica, la transformación digital o el I+D+i. Más allá de la reforma de las pensiones, la digitalización de la industria o la reducción de la brecha de género, las propuestas incluyen varias reformas que atañen directamente a los conductores.

Por un lado, se pretende introducir nuevos sistemas de peajes en las autovías a partir de 2024 con el objetivo de mejorar la conservación y mantenimiento de las carreteras. Y por otro, se plantea revisar los impuestos de matriculación y circulación de vehículos en el primer trimestre de 2022.

A partir de 2022

Este documento apunta que el objetivo es adaptar las tasas de matriculación y circulación de los coches a los estándares medioambientales europeos. De manera que quien contamine más, también pague más.

Un método que también se está planteando con los impuestos verdes al sector aéreo que incrementará el precio de los billetes de avión. Según ha indicado el Gobierno un comité de expertos evaluará la viabilidad de la propuesta durante el primer trimestre del año.

Principales cambios

Actualmente son las comunidades autónomas las que gestionan las tasas de matriculación que gravan entre un 4,75% y un 14,75% en función de las emisiones de CO₂ en la atmósfera (entre 120 y más de 200 g/km).

Por su parte, el Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM), comúnmente llamado impuesto de circulación, es recaudado por los ayuntamientos, que solicitan un pago anual a los conductores por el hecho de utilizar sus coches. Por lo general, esta tasa es variable y depende de la potencia fiscal de los mismos.

Desde el sector automovilístico reclaman desde años una unificación de las cuotas que gravase el uso de los vehículos pero no la adquisición de los mismos. Ahora las asociaciones de fabricantes, distribuidores y concesionarios apuntan que los cambios deberían enfocarse a las emisiones. Por tanto, los conductores que más usen el coche y a su vez contaminen más, tendrán que pagar un importe superior. 

Otra de las propuestas del sector es reducir el IVA de los vehículos híbridos y eliminarlo en los eléctricos para fomentar su compra y favorecer la movilidad sostenible.