Sueldos de altos ejecutivos suizos han recuperado niveles previos a la crisis

  • Los salarios de los directivos de las grandes compañías suizas, principalmente en el sector bancario, han vuelto a alcanzar los niveles de 2007 y a levantar polémica, tras las reducciones pasajeras que sufrieron como consecuencia de la crisis financiera.

Ginebra, 26 jul.- Los salarios de los directivos de las grandes compañías suizas, principalmente en el sector bancario, han vuelto a alcanzar los niveles de 2007 y a levantar polémica, tras las reducciones pasajeras que sufrieron como consecuencia de la crisis financiera.

Las remuneraciones de los altos dirigentes de la banca helvética no sólo se han recuperado, sino que en algunos casos se ha profundizado la diferencia entre el salario más alto y el más bajo dentro de la misma firma.

En el olvido quedaron las promesas de una mayor "decencia" en los salarios y de que, en adelante, éstos dependerían de los resultados de las empresas, luego del escándalo que surgió tras la revelación de que, en plena crisis y a pesar de las pérdidas de sus establecimientos, los altos cargos seguían ganando sumas faraónicas.

La organización sindical Travail.Suisse dio a conocer recientemente los nombres de 46 ejecutivos cuyos salarios son, como mínimo, cien veces superiores al más modesto de su empresa, con los directivos del banco Credit Suisse que constituyen la tercera parte de ellos.

El caso más llamativo es el de Antonio Quintella, director del banco para Norteamérica y Sudamérica, quien ganó 15,6 millones de francos en 2010 (unos 12,5 millones de euros), nada menos que 313 veces más que el sueldo más bajo del establecimiento.

Según los cálculos de Travail.Suisse, un empleado de Credit Suisse necesita 200 años para ganar tanto como la media de los altos cargos.

En total, los miembros de la dirección y del consejo de administración del segundo banco de Suiza cobraron un total de 189,4 millones de francos (151 millones de euros) el año pasado.

En el banco de la competencia y "número uno" en el sector bancario helvético, UBS, la plantilla de directivos cobró aproximadamente la mitad: 99 millones de francos (79 millones de euros).

En 2010, fue su ex director general, Francesco Morra -quien entre tanto se pasó al banco HSBC- quien recibió el salario más elevado: 13 millones de francos (10,4 millones de euros).

Sin embargo, los millonarios salarios no están limitados al mundo de las finanzas y también son habituales en el sector del lujo, farmacéutico y de las más grandes multinacionales.

La palma se la llevó el presidente del directorio de la farmacéutica Novartis, Daniel Vasella, quien fue recompensado con casi 20 millones de francos (16 millones de euros), seguido de lejos por su homólogo en Roche, Franz Humer, con 10 millones; y el de Nestlé, Peter Brabeck, con 8,3 millones.

En la categoría de directores generales, el del Grupo Richemont (marcas como Piaget, Baume & Mercier, Cartier o Van Cleef and Arpels), Norbert Platt, ganó 13,9 millones de francos (11 millones de euros) y el de Roche, Severin Schwan, 11,7 millones.

Según la firma de consultoría Towers Watson, las treinta sociedades que cotizan en el índice SLI -compuesto por las 30 empresas de capitalización más importante de la Bolsa de Valores suiza- pagaron un importe total de 1.028,7 millones de francos (823 millones de euros) a sus dirigentes y administradores el año pasado.

En el terreno de las multinacionales, los directores ganaron una media de 6 millones de francos, por encima de sus pares alemanes de empresas que cotizan en el índice bursátil de referencia DAX, aunque por debajo de la media de 8,6 millones de dólares en los 200 grupos estadounidenses más importantes.

La principal diferencia con respecto a la época previa a la crisis es que una mayor proporción de esas remuneraciones -alrededor de un 47 por ciento frente a un 30 por ciento, anteriormente- son pagadas de manera escalonada y diferida, generalmente en un periodo de tres a cinco años.

Según la Fundación Ethos, que vela por los intereses de los pequeños accionistas de empresas, los sueldos de los dirigentes del sector financiero son los que volvieron a despegar con más fuerza en 2010, cuando registraron un alza del 8 por ciento, mientras que en el resto de industrias permanecieron más o menos estables.

La opinión pública suiza se ha mostrado descontenta con estos datos y cada vez son más las empresas que someten la cuestión salarial a voto consultivo en sus asambleas generales.

Concretamente, los accionistas de los bancos no entienden por qué las remuneraciones han vuelto a subir, mientras que las acciones no han recuperado su valor anterior a la crisis financiera.

Así, la acción de UBS se cotizaba a 52,4 francos suizos a finales de 2007, mientras que hoy está en los 14 francos.

En el caso de Credit Suisse, la cotización media del título era de 83 francos en 2007 y hoy se vende a 45,9 francos.

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