Cameron intenta un acuerdo en Bruselas para mantener en la UE a Reino Unido

  • Las negociaciones para evitar una salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) ingresan en una fase crucial este viernes, con una visita del primer ministro británico David Cameron a Bruselas.

Cameron, reelecto en 2015, ha exigido cuatro reformas a la UE para poder luego recomendar a los británicos seguir en el bloque, en el referéndum que debe celebrarse antes de fines de 2017.

Una salida de la UE del Reino Unido, el llamado "Brexit", sumiría al bloque en una grave crisis pues perdería a uno de sus integrantes de mayor peso.

Las conversaciones con el presidente de la Comisión europea, Jean-Claude Juncker se centran en la más delicada de las solicitudes del primer ministro británico: Cameron quiere limitar durante cuatro años las ayudas sociales a europeos residentes en su país, en su mayoría procedentes de los países del este del continente.

El objetivo de Londres es frenar la inmigración, pero la demanda de Cameron es percibida como discriminatoria por varios de sus socios.

Los sondeos dan actualmente en Reino Unido una corta ventaja a los partidarios del "Brexit" (contracción de "British Exit", "salida británica" de la UE). Cameron anunció a principios de enero que los miembros de su gobierno --algunos de ellos son abiertamente euroescépticos-- tendrían libertad para hacer campaña a favor o en contra.

Cameron había dicho este viernes que las propuestas que le llegan de Bruselas para que el Reino Unido se mantenga en el bloque "no son suficientemente fuertes".

"Estoy animado porque las ideas que se plantean tienen algo de fuerza", pero "no son lo suficientemente fuertes", dijo el primer ministro británico en una entrevista con la radio BBC.

"Siempre he dicho que estamos abiertos a ideas alternativas siempre que tengan igual fuerza", añadió.

"Es alentador que gente como la Comisión Europea venga con nuevas ideas pero todavía falta mucho hasta ver algo con lo que podamos estar de acuerdo", ahondó el primer ministro.

Tras almorzar con Juncker, el primer ministro británico se reunirá con el presidente del Parlamento europeo, Martin Schulz. El domingo, será el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, quien irá a Londres a reunirse con Cameron.

Las demandas británicas se tratarán entre todos los países del bloque en la cumbre del 18 y 19 de febrero en Bruselas.

En Bruselas reina un prudente optimismo sobre el resultado final de las negociaciones, todas ellas muy técnicas. Pero la confianza demostrada por los dirigentes europeos corre el riesgo de pesar muy poco en la campaña referendaria británica.

El ejecutivo europeo trabaja para hallar soluciones a las demandas de reforma de la Unión pedidas por Cameron. Una "task force" presidida por un alto funcionario británico ha sido implementada para llevar a cabo las negociaciones.

Estas negociaciones también se centran en un mecanismo de "freno de emergencia" en el caso de que los servicios públicos británicos se vean desbordados por la atención a migrantes, o que la Seguridad social británica sea objeto de reiterados abusos.

Cameron pide asimismo garantías de que el anunciado refuerzo de la zona euro no se haga en detrimento de países que no son miembros de este club, y en particular en detrimento de la poderosa City de Londres.

El primer ministro británico desea asimismo que se obre en favor de la competitividad de la economía europea, y quiere recuperar soberanía al otorgar mayores poderes a los parlamentos nacionales.

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