Campo argentino inicia semana de protesta en reclamo de incentivos

  • Las tres patronales agrícolas de Argentina iniciaron el lunes una semana de protesta con cese de ventas de productos, en reclamo al gobierno de incentivos al sector, golpeado por la caída de precios internacionales y la presión fiscal.

La paralización de las actividades comerciales de los grupos económicos más grandes del campo evitará los cortes de ruta, dijo a la radio Cadena 3 uno de los líderes del movimiento, Carlos Iannizzotto.

A la medida de fuerza no se plegó la Federación Agraria Argentina (FAA), que agrupa a pequeños y medianos productores, favorecidos recientemente por la presidenta Cristina Kirchner con beneficios tributarios y créditos.

La protesta se lleva a cabo en momentos en que cae a 330 dólares la toneladas el precio internacional de la soja, que se ubicaba no hace mucho por encima de los 500 dólares.

La soja es la principal 'commoditie' agrícola del país sudamericano. Argentina es el mayor exportador mundial de aceite y harina de soja, y el cuarto proveedor global de maíz.

La cosecha de soja de la campaña 2014-2015 barrió con todos los récords históricos, al superar las 60 millones de toneladas, pero el derrumbe de precios dañó la rentabilidad de los productores.

El anterior récord de la leguminosa se había producido en la campaña 2011-2012 con 55 millones de toneladas.

Las exportaciones agrícolas globales estimadas para este año por el ministerio de Agricultura alcanzan unos 25.000 millones de dólares, un tercio del total de ventas al exterior.

Al duro escenario internacional que afrontan los productores se suman sus demandas de políticas de estímulo. La mayor preocupación está centrada en lo que llaman el atraso en el tipo de cambio.

La moneda argentina se ha visto fortalecida en comparación con el yuan chino y con las divisas de sus principales socios comerciales, en particular Brasil. La política gubernamental consiste en aplicar minidevaluciones periódicas que los empresarios consideran insuficientes.

Argentina elegirá presidente y renovará el Congreso en los comicios generales del 25 de octubre. Economistas de la oposición conservadora reclaman una fuerte devaluación.

En el oficialismo, en cambio, consideran que devaluar licúa los salarios e ingresos de los sectores menos pudientes.

"Hay indiferencia del gobierno hacia el campo", reclamó el lunes Luis Etchevehere, presidente de la Sociedad Rural Argentina, de grandes propietarios, enfrentados a Kirchner en la última década.

Las patronales piden además eliminar los impuestos a las exportaciones, que van del 15% al 35%.

El conflicto más grave entre Kirchner y las patronales se desató en 2008 cuando el gobierno intentó subir los impuestos a las exportaciones. En aquel entonces la FAA se plegó al movimiento y el país estuvo en vilo más de tres meses.

Los agricultores bloquearon rutas, provocaron desabastecimiento y movilizaron a decenas de miles de personas en mitines callejeros, en desafío al gobierno que de su lado también organizó actos multitudinarios.

La confrontación terminó cuando el Congreso rechazó el proyecto de ley de alza impuestos, con el voto desempate del entonces vicepresidente de Kirchner, el socialdemócrata Julio Cobos, quien pasó a la oposición pero se mantuvo en el cargo hasta las presidenciales de 2011.

"Tanto el consumidor como el productor están siendo severamente castigados por esta situación en la cadena agroalimentaria", agregó el lunes Iannizzotto.

Los organizadores de la protesta denuncian "quebrantos". Para colmo, tierras fértiles aún están bajo el agua por las inundaciones de principios de agosto en la rica pampa húmeda.

El país sudamericano tiene un total de 70.000 productores agrícolas, de los cuales poco más de 46.000 son pequeños y medianos, según el ministerio de Economía.

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