Canadá y UE dicen que su acuerdo de libre comercio marca una era "histórica"

  • Canadá y la Unión Europea (UE) afirmaron hoy, durante una cumbre celebrada en Ottawa, que sus relaciones bilaterales entran en una nueva era "histórica", con la finalización de un acuerdo sobre libre comercio a pesar de las dudas que pesan sobre su ratificación.

Julio César Rivas

Toronto (Canadá), 26 sep.- Canadá y la Unión Europea (UE) afirmaron hoy, durante una cumbre celebrada en Ottawa, que sus relaciones bilaterales entran en una nueva era "histórica", con la finalización de un acuerdo sobre libre comercio a pesar de las dudas que pesan sobre su ratificación.

El Acuerdo Global Económico y Comercial (CETA, por sus siglas en inglés) eliminará gran parte de las tarifas aduaneras y ofrecerá garantías a empresas e inversores de Canadá y la UE, pero los dirigentes de ambas partes reconocieron que su entrada en vigor puede precisar de un proceso largo.

Los presidentes de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, y el Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, y el primer ministro de Canadá, Stephen Harper, asistieron a la cumbre de poco más de dos horas celebrada en la capital canadiense.

En una declaración conjunta, los líderes europeos y canadiense dijeron que es el inicio de "un verdadero momento histórico en la evolución de las relaciones entre Canadá y UE, con la celebración del fin de las negociaciones" del CETA.

Pero a pesar de cinco años de negociaciones y dos anuncios anteriores de acuerdos preliminares sobre el contenido y tras las críticas recibidas sobre la falta de sustancia de la cumbre, Harper reconoció que el CETA puede sufrir modificaciones antes de la ratificación y entrada en vigor.

"El texto que estamos dando a conocer está basado en el acuerdo preliminar anunciado en octubre", señaló el gobernante canadiense durante una rueda de prensa tras el encuentro con los dirigentes europeos.

Harper añadió que esperaba cambios antes de su ratificación y que el texto final del acuerdo será dado a conocer "en breve", tras meses de secretismo.

Durante la misma rueda de prensa, Van Rompuy y Barroso tuvieron que defender el acuerdo ante las informaciones llegadas de Alemania de que Berlín se opone al capítulo sobre protección de inversiones.

Los dos líderes europeos negaron que ningún estado miembro se haya opuesto al acuerdo y que los representantes europeos han actuado con la autorización de los 28 países miembros.

Barroso indicó que "la Comisión Europea ha negociado este acuerdo con el mandato de los estados", y que la declaración firmada hoy por la Unión Europea y Canadá "fue aprobada por todos los miembros".

El jefe de la Comisión también dejó claro que el documento firmado hoy por Harper y la UE sólo "expresa el deseo de concluir la ratificación del acuerdo tan pronto como sea posible".

Por su parte, Van Rompuy dijo que reiteraba lo declarado por Barroso y que lo firmado en Ottawa señala que "acordamos prestar nuestro apoyo" a la ratificación del acuerdo comercial.

Prueba de las dificultades que puede sufrir la ratificación del acuerdo, que los expertos no esperan se produzca antes de 2016, es que, durante la breve cumbre de hoy en Ottawa, los líderes no firmaron el acuerdo final.

El único resultado tangible de la reunión fue una declaración conjunta en la que se señala que Harper, Van Rompuy y Barroso prestarán "su total apoyo para su pronta ratificación" a través de los "respectivos procesos políticos y legales".

El acuerdo tiene que ser aprobado por los 28 países miembros de la Unión Europea y las 10 provincias y tres territorios que forman Canadá.

Durante la cumbre, Harper y los líderes europeos también trataron sobre los conflictos de Ucrania, Irak y Siria, y la amenaza que supone el grupo yihadista Estado Islámico (EI).

"Nos hemos vuelto a comprometer en cooperar en los esfuerzos internacionales para estabilizar el Oriente Medio y el norte de África", afirmó Van Rompuy, quien añadió que la lucha contra el EI es "una batalla a largo plazo" en la que "la seguridad de todos nuestros países está en juego".

Harper también afirmó que el "califato" anunciado por el EI "es una directa amenaza a la seguridad de este país", y expresó su compromiso a participar con equipos militares en la lucha contra el grupo.

Al final de la declaración conjunta, Canadá y la UE expresaron igualmente "su preocupación por la crisis de Ébola en África y resaltaron la importancia de una respuesta coordinada internacional para asistir a los países afectados".

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