San José, 26 ago.- Los cancilleres de Costa Rica y Panamá, Enrique Castillo y Fernando Núñez Fábrega, respectivamente, se reunieron hoy en San José para intentar solucionar el bloqueo que mantienen desde el sábado un grupo de transportistas en la frontera entre ambos países.
Un total de 17 camioneros costarricenses mantiene bloqueado desde ayer el puesto de Paso Canoas, en la frontera con Panamá, en una protesta contra el Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) de ese país.
Castillo dijo hoy en rueda de prensa que los problemas se deben a decisiones de funcionarios "de bajo nivel" y no a políticas de estos Gobiernos, que mantienen "excelentes relaciones".
Desde el sábado los transportistas costarricenses han impedido la entrada de camioneros del vecino país, como una queja ante supuestos abusos de la autoridades panameñas, y han asegurado que se mantendrán en el lugar hasta tener una solución.
El cierre afecta a unos 300 contenedores que están varados del lado panameño de la Carretera Interamericana y a otra cantidad igual en el flanco costarricense.
El representante de los camioneros costarricenses, Juan Carlos Segura, dijo al diario local La Nación que el Senafront "ha detenido y multado a furgones con placa costarricense por cometer faltas leves como llantas lisas o por la ausencia de triángulos de seguridad y gatas hidráulicas".
Según Segura, además de confiscar las llaves de los vehículos, los panameños obligan a los camioneros costarricenses a regresar a Paso Canoas y se exige la cancelación de una multa en la ciudad de David, ubicada a unos 30 kilómetros de la frontera con Costa Rica.
El presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, criticó hoy el cierre del paso fronterizo y responsabilizó al Gobierno de Costa Rica de la situación por no cumplir acuerdos en materia de carga terrestre.
En marzo pasado los camioneros costarricenses bloquearon durante casi una semana el mismo puesto de Paso Canoas por las mismas quejas contra el Senafront, lo que generó unos dos millones de dólares en pérdidas, según cálculos de transportistas panameños.
Entonces el Senafront rechazó las acusaciones de los costarricenses y explicó que el control que aplicaba a los camiones de ese país era parte del trabajo que deben realizar a todo vehículo que ingresaba a Panamá.
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