Objetivo: reestructurar el sector industrial y servicios

Cani Fernández, al frente de una nueva CNMC post-Covid en la reconstrucción

La experta en competencia llegó hace apenas unas semanas al superregulador y ya ha trazado las líneas maestras que utilizará para tratar de batir las consecuencias del virus.

Cani Fernández, futura presidenta de la CNMC durante su comparencia en el Congreso.
Cani Fernández, futura presidenta de la CNMC durante su comparencia en el Congreso.
EP

Cani Fernández, la primera mujer en presidir la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), jugará un papel esencial en la reconstrucción de la economía tras el golpe de la Covid-19. Abogada especialista en competencia, incansable y "con mucho carácter", como la definen algunos de sus excompañeros, dejó Cuatrecasas para enfrentarse al reto de luchar por la libertad de competencia desde el lado contrario al que lo lleva haciendo desde sus inicios en la profesión. Asesora y abogada de muchas de las grandes empresas españolas en su cruzada contra los reguladores será ahora una pieza clave en la la nueva etapa precisamente desde esta parte de la administración pública. 

La directiva llegó con sobresaltos al cargo, entre quejas de la oposición que denunciaba conflictos de interés por su llegada directa desde Moncloa por un lado, y del asesoramiento de grandes compañías, por otro. Tras una nada fácil sesión en la Comisión de Economía del Congreso en la que se evaluaba su idoneidad para el puesto, la votación respaldó la propuesta del Gobierno y le permitió mostrar las líneas maestras de lo que será su gestión al frente de esta institución. El relevo de José María Marín Quemada, que llevaba en el cargo de forma interina casi un año, jugará un papel clave en una etapa que no se espera fácil por las tensiones que está causando en el mercado la Covid-19. 

Integraciones, fusiones, compras... el invierno se presenta cargado de operaciones ya anunciadas y otras que se estarían fraguando a la sombra de la pandemia. Por ello, Fernández ha comenzado su andadura en el cargo centrándose en la industria -uno de los caballos de batalla de esta crisis- y los servicios, otro de los sectores más afectados por la Covid-19. Todo ello, desde la transparencia y la defensa de la competencia. "Memoricen estas palabras: independencia, rigor jurídico y económico, compromiso con el deber de servicio público y actuar con dinamismo y eficacia", señaló en su toma de posesión. 

Para conseguirlo ya ha empezado a emprender acciones. Por un lado, ha adviertido a Red Eléctrica (REE) que sus 6.444 millones de euros para redes hasta 2026 superan lo autorizado a la vez que le ha pedido explicaciones sobre ciertos proyectos, como la reducción prevista de los vertidos de producción renovable con la intención de analizar la viabilidad y eficiencia de dichos proyectos. Y es que la energía verde será una de las patas clave en la reconstrucción de la economía apoyada por el fondo de la Unión Europea. 

En este mismo sentido, sus primeras actuaciones han chocado con Audax Renovables, que produce y comercializa energía limpia. La compañía ha denunciado a los servicios del supervisor de la Competencia por filtrar datos de la investigación que lleva a cabo el organismo por supuestas prácticas comerciales ilegales de la empresa. 

Si nos centramos en la industria, la CNMC ha comenzado la investigación de un presunto cártel de precios en la siderurgia. En concreto, ha incoado un expediente sancionador a 14 empresas siderúrgicas por prácticas restrictivas de la competencia entre las que se encuentran ArcelorMittal, Celsa, Grupo Gallardo Balboa, Metalúrgica Galaica, Siderúrgica Sevillana y Sidenor Aceros Especiales. Todas ellas son consideradas estratégicas e incluso podrían tomar parte en el fondo especial para este tipo de compañías que gestionará la SEPI y que estará dotado con 10.000 millones de euros. 

Pero más allá de esto, la nueva CNMC de Cani Fernández tiene otros retos por delante. Es el caso del fin del proceso de liberalización ferroviaria -prevista para diciembre de este año-, la 'guerra' contra las teles -de la que ha formado parte activa desde su representación legal- o acabar de cerrar los polémicos peajes de luz y gas que afectan a las grandes eléctricas y gasistas. Fernández dejó claro a su llegada que si es necesario que se inhiba de conocer alguna investigación o votar resoluciones por un hipotético conflicto de interés, lo hará sin problema alguno. 

Fernández se ha marcado como objetivo combinar las dos palancas que tiene la CNMC, articular una regulación eficiente y aplicar el derecho de la competencia para resolver los fallos de mercado y proporcionar a la empresas "un marco claro y atractivo para invertir", como ella misma señaló en su discurso de investidura. Las inversiones serán imprescindibles para que la economía española supere el agujero que ha dejado la crisis de la Covid-19 en empresas y sector público. La exCuatrecasas pilotará esa reconstrucción desde Competencia. 

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