Cantabria "llora" la muerte de su más importante mecenas, Emilio Botín

  • Cantabria "llora" hoy la muerte de quien fue el más importante "mecenas" de la comunidad autónoma, Emilio Botín, ya que la vinculación a su tierra hizo que mantuviera en ella la sede central del Banco Santander y que apostara económicamente por sus principales entidades culturales y sociales.

Maru G. Robles

Santander, 10 sep.- Cantabria "llora" hoy la muerte de quien fue el más importante "mecenas" de la comunidad autónoma, Emilio Botín, ya que la vinculación a su tierra hizo que mantuviera en ella la sede central del Banco Santander y que apostara económicamente por sus principales entidades culturales y sociales.

El fallecimiento de Emilio Botín Sanz de Sautuola y García de los Ríos ha caído este miércoles, 10 de septiembre, como un "jarro de agua fría" en los cántabros, que al conocer la noticia han expresado su pésame por la muerte de quien mantuvo, con la tierra que le vio nacer hace 79 años, una "especial vinculación".

No solo el presidente del Banco Santander decidió mantener en la capital de Cantabria la sede de la primera entidad bancaria española y de Europa -con lo que eso supone económicamente-, si no que su apuesta por su ciudad y su comunidad le ha llevado a ser uno de los más importante inversores para la cultura, la educación, y la sanidad cántabra.

A Botín le recuerdan hoy todas las instituciones cántabras y los ciudadanos, y por eso las banderas ondearán a media asta tras la declaración como día de luto oficial por parte del Gobierno de Cantabria, aunque el Reglamento de Honores y Distinciones solo fija este tipo de declaraciones para personalidades que hayan sido distinguidas o condecoradas por la región.

Y ese no fue el caso de Emilio Botín, ya que él no quiso aceptar que fueran hacia su persona las distinciones que tanto la comunidad autónoma como el Ayuntamiento de Santander otorgaron a las entidades que presidía, el Banco Santander y la Fundación Botín.

Emilio Botín decidió que tanto la Medalla de Oro de Cantabria (concedida en 2007 al Banco de Santander) como las Medallas de Oro de Santander (otorgadas al banco en 2007 y la Fundación Botín en 2010) condecorarán a las dos entidades que presidía y no a él.

Sin embargo, el presidente de Cantabria, Ignacio Diego, ha decidido que, a pesar de no preverlo, la relevancia del "insigne cántabro" que fue Emilio Botín, merece la "muestra de sentimiento público de los cántabros" que supone la declaración del luto oficial.

También ondea a media asta la bandera en la sede central del Banco Santander, en donde la enseña española de grandes dimensiones que corona este edificio, uno de los más emblemáticos de la ciudad, ha sido bajada.

Ese edificio, situado también a escasos metros de la otra sede que presidía Emilio Botín -la de la Fundación Botín-, ha sido testigo de algunas de los más importantes acontecimientos del Banco Santander y de varias de sus Juntas más "controvertidas".

Sin embargo, ahora se ha quedado pequeño, y tanto el Palacio de Festivales como el Congresos de Santander han pasado a ser los que acogen las Juntas de Accionistas del banco, porque Botín siempre ha mantenido esa tradición de reunir a sus accionistas en su ciudad. De hecho, así está convocado para este próximo lunes, 15 de septiembre, porque se reúne -si no hay cambios- la Junta de Accionistas del Santander en sesión extraordinaria para estudiar una ampliación de capital de cara a la compra de los activos de su filial brasileña.

Cantabria recuerda a Emilio Botín y mañana le despedirá, ya que los restos del presidente de Banco Santander serán enterrados en el panteón familiar de Puente San Miguel (Reocín), donde están también los de su padre.

Y previsiblemente el féretro llegará a Santander, donde posiblemente sea trasladado a la que fue su casa familiar, el Promontorio, para mañana partir hacia Puente San Miguel.

El recuerdo de Emilio Botín seguirá estando presente en Cantabria, no solo por lo que supuso para la comunidad, si no por "el legado" que ha querido dejar y, más en concreto, construir en el espacio que el consideró "clave" de su ciudad, la Bahía de Santander.

Ahí, a los pies de la bahía, gracias al trabajo de uno de los principales arquitectos del mundo, Renzo Piano, y a la Fundación Botín, se construye el Centro Botín, un edificio que se va a destinar al arte, la cultura y, sobre todo, a trabajar por la educación emocional de las futuras generaciones.

A partir de ahora, también va a ser la imagen que llevará a cántabros y visitantes a recordar a quien fue su más importante mecenas, a Don Emilio (como se le llamaba en su ciudad).

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