Día Mundial de la Salud Mental

Casi la mitad de los funcionarios toma antidepresivos o ansiolíticos a diario

El consumo diario de estos fármacos es casi generalizado en toda la administración. El perfil mayoritario es el de una mujer de entre 45 y 54 años, trabajadora de la sanidad pública o de un centro educativo. 

Antidepresivos
Antidepresivos
Europa Press

No es oro todo lo que reluce en torno a la figura de los funcionarios. Si bien hace solo unos pocos días, el Gobierno de España confirmó que el salario de los empleados públicos se incrementará en un 9,5% entre 2022 y 2024. Sin embargo, pese a las mejoras en materia de gratificaciones salariales y de empleo, un nuevo estudio confirma que un 45% de estos trabajadores consume prácticamente a diario fármacos psicoactivos

Según un nuevo informe elaborado por el CSIF, coincidiendo con el Día Mundial de la Salud Mental, la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) confirma que casi la mitad de los trabajadores públicos consume ansiolíticos, antidepresivos o somníferos. "La carga de trabajo, el escaso reconocimiento profesional y salarial y el mal clima laboral, principales causas del consumo de psicofármacos", explica el sindicato, que dibuja además el perfil de consumidora más habitual

El perfil del empleado público

El perfil mayoritario es el de una mujer de entre 45 y 54 años, trabajadora de la sanidad pública o de un centro educativo, que consume ansiolíticos a diario por soportar un exceso de carga de trabajo o por pensar que carece del debido reconocimiento profesional. No obstante, el consumo diario de estos fármacos es casi generalizado en todos los ámbitos de la administración, aunque con especial incidencia en sanidad y educación.

En este sentido, la unión sindical afirma que la pandemia golpeó la salud mental de los colectivos más expuestos al virus y exigen una legislación específica en riesgos psicosociales y más apoyo estatal contra estrés y ansiedad. 

Según la encuesta, realizada con la ayuda de más de 2.000 entrevistas, el 76% manifiesta que el trabajo le influye a la hora de consumir estas sustancias: un 54,2% lo relaciona por un exceso de carga de trabajo, un 44,6% por el escaso reconocimiento profesional y un 37,7 por ciento por el mal clima laboral (conflictos, situaciones de acoso). Además, un 21,22% relaciona el uso de estos fármacos con la inseguridad laboral (temporalidad, interinidad, etc.), un 20,6% con los problemas con los usuarios a los que presta servicio y un 12,6% con los problemas económicos.

Por otro lado, ha lamentado que el plazo para ser recibido por los profesionales de psicología clínica es de unos cuatro meses en España, pudiendo llegar hasta seis en Cantabria y Castilla y León y un año en Aragón. Varía entre comunidades autónomas: en Andalucía y Castilla-La Mancha puede llegar hasta 4 y 5 meses, respectivamente, para la primera consulta, y en Aragón hasta 9 meses.

Funcionarios Españoles

La pandemia lo incrementó

Otro dato significativo de la encuesta es que más de la mitad, un 55%, de los encuestados reconoce que no consumía esta medicación antes de la crisis sanitaria a causa del COVID-19, mientras que el 93% se queja de la ausencia en sus centros de trabajo de iniciativas sobre protección de la salud mental.

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