Jerry Winkler, el hombre que se enteró de que era millonario tras 10 años sin hogar

  • De mendigo a millonario por sorpresa. Averiguar los entresijos de su historia familiar le llevó a reconducir su vida. 
Fotografía de un vagabundo.
Fotografía de un vagabundo.
Pixabay.

En ocasiones el éxito en el mundo laboral viene por sorpresa y a la persona menos esperada. ¿Alguien se puede imaginar pasar de vivir en la calle a ser multimillonario? Parece una historia de película pero sucedió en la realidad en Holanda. 

Jerry Winkler era un sintecho de Amsterdam que había acabado en las calles tras una infancia traumática. Su madre murió de un tumor cerebral cuando él era pequeño y pasó a vivir con Johnnie, un hombre que supuestamente era su padre. 

La relación no fue bien y el niño terminó siendo tutelado por los servicios sociales. Durante los siguientes cinco años pasó de una casa a otra sin cesar y se introdujo paulatinamente en el mundo del crimen y las drogas.

Al cumplir la mayoría de edad no tenía hogar. Era una sintecho más de la capital holandesa y su futuro era negro. Sin embargo, una discusión familiar cambió su vida, según la 'BBC'.

Johnnie le confesó que él en realidad no era su padre. Desde ese momento, Jerry puso en marcha una investigación para conocer la verdadera identidad de su progenitor. Tenía una pista de salida: unos papeles de su madre de la empresa en la que trabajaba como secretaria.

Jerry sabía que ella se había llevado muy bien con el CEO de la empresa y pronto descubrió que había mantenido una aventura con él. Se trataba de Alfred Winkler, el fundador de Tecnipower que había fallecido de cáncer en 1992 sin ningún heredero. 

Su firma era multimillonaria y su herencia, también. Jerry no se lo pensó dos veces y acudió al despacho de abogados que gestionaba la herencia del empresario. Estos le recomendaron realizarse una prueba de ADN, que dio como resultado un 99,99% de coincidencia entre el ADN de Jerry y el de Alfred. 

Todo esto ocurrió en 2010, y desde entonces a Jerry le fue concedida la herencia (de la que no han trascendido las cifras), y ahora vive en un lujoso piso en el centro de Amsterdam. Eso sí, no olvida su pasado y dedica parte del dinero a ayudar a mendigos de la ciudad. 

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