Cataluña independiente ahorraría entre 7.500 y 15.000 millones , pero ¿y los gastos?

    • Una Cataluña independiente se ahorraría 7.500 millones/año en aportaciones al Estado, según Hacienda, y 15.000 según el Gobierno catalán. Pero el problema no es si 'España nos roba o nos frena'.

    • Expertos nacionalistas y no nacionalistas aseguran que su viabilidad no depende de la balanza fiscal sino de estar en la UE y el euro.

Diada 2015
Diada 2015

Una Cataluña independiente ahorraría a la Cataluña integrada en España, como ahora, los costes de las contribuciones netas que aporta la Administración autonómica al fondo común de España para las necesidades globales, incluido el flujo que se reparte entre las CCAA más necesitadas. Lo que algunos expertos denominan la solidaridad interregional, y otros simplemente el fondo común.

El saldo fiscal que resulta de los impuestos transferidos a la Generalitat, tal como luego se explican, y la contribución catalana al resto de España, según el vigente modelo de financiación autonómica, ha sido en los últimos años de unos 7.500 millones de euros, según el Ministerio de Hacienda.

Una cifra que el conseller catalán de Economía, Andreu Mas-Colell, suele elevar a 11.000 e incluso a 15.000 millones de euros anuales, según diversos métodos de cálculo.

A priori, Cataluña saldría beneficiada de inmediato de un proceso independentista, porque añadiría esa cantidad a su presupuesto de gastos, que en los dos últimos años ha oscilado en torno a los 26.000 ó 27.000 millones de euros, excluyendo algunas agencias específicas, que han llegado a elevar los costes hasta los 31.862 millones de euros, como en 2014.

Sin embargo, apenas se tienen en cuenta en muchas ocasiones los costes derivados de una Cataluña independiente, que son numerosos, y que incluso pueden convertir en inviable la opción independentista.

En primer lugar están los gastos generales en Interior, fronteras, Ejército, y los derivados de un aumento de funcionarios, en la actualidad en torno a 210.000.

En segundo término se encuentran los gastos que tendrían lugar por estar fuera de la UE y de la moneda común, el euro, y la imposibilidad de acceso al Banco Central Europeo (BCE) a las instituciones crediticias y para financiar la deuda. entre otros aspectos.

La viabilidad económica de un hipotético Estado catalán dependería sobre todo de su pertenencia a la Unión Europa y su continuidad en el euro, aseguran expertos catalanes y no catalanes, que coinciden en esta cuestión: una Cataluña independiente sería más pobre, sobre todo si el proceso no se hace de golpe, de ahí las prisas que parecen tener sus inspiradores en el Parlamento catalán.Fuera de la UE y del euro, muy difícil

Pero un Estado catalán fuera de la Unión Europea y del euro no es que fuera más pobre, sino prácticamente inviable. Lo señaló el Consejo Asesor para la Transición Nacional, vinculado a la Generalitat de Cataluña: estar fuera de la UE y del euro ocasionaría tensiones de liquidez para los bancos catalanes, y aún más para la deuda soberana del hipotético nuevo Estado, "y un cierto encarecimiento del precio del dinero", difícil de evaluar.

"Sería conveniente para un nuevo Estado mantener el euro como moneda, aunque fuera por los costes muy difícilmente asumibles de cambiar de moneda", aseguró el presidente del Consejo Asesor y ex vicepresidente del Tribunal Constitucional, Carles Vives Pi-Sunyer,

Por este motivo, los asesores abogaban por un acuerdo con la UE, similar al firmado con Mónaco ó Andorra, que formalizó el uso del euro como moneda oficial y el acceso de las entidades catalanas al BCE.Independencia: problema político...

En 2015, con la activación del proceso soberanista, y la aprobación en marzode unos presupuestos para Cataluña que todos menos Convergencia y Esquerra calificaron de "fantasmas", afloraron nuevos informes.

En julio se presentaron dos de relieve. El primero fue una selección de contenidos de la obra 'Economía de Cataluña', subtitulada, 'Preguntas y respuestas sobre el impacto económico de la independencia', que se editó en castellano y en catalán.

"La independencia de Cataluña es un problema político, no económico. Desde el punto de vista de las principales magnitudes económicas, la independencia no presentaría problemas sustanciales, pero en cambio sí que reportaría algunas ventajas", sintetizó Elconfidencial.

Era la síntesis del trabajo de una veintena de economistas, coordinados por Modest Guinjoan, doctor en Economía y director del Departamento de Economía y Empresa de la patronal Pimec, y Oriol Amat, catedrático de Economía Financiera y Contabilidad y consejero de la CNMV.

Entre los autores figuran el exconsejero de Economía de la Generalitat Antoni Castells, Francesc Granell, Núria Bosch o Francesc Raventós.La pregunta clave es si Cataluña seguiría en la UE

Bruselas ha advertido con contundencia que no, que quedaría automáticamente excluida. Pero los autores señalan que "lo lógico es que no se rompa el espacio económico europeo. Nadie se imagina que vayan a levantarse fronteras con la Guardia Civil o los Mossos d'Esquadra. Es que no existe policía ni en Basilea, donde no se ve policía suiza ni alemana, y eso siendo una ciudad que hace frontera. No hay barreras, porque éste es el escenario en el marco de la globalización", explicaba Guinjoan, quien no destacartaba "un periodo de transición"·.La polémica solidaridad interregional

Dos días más tarde, se hizo público otro informe, esta vez sobre las balanzas fiscalescorrespondientes a 2012, encargado por el Ministerio de Hacienda, y elaborado apartir de una metodología diseñada por Ángel de la Fuente, Ramón Barberán y Ezequiel Uriel.

La Comunidad de Madrid tiene un saldo fiscal negativo con el resto de Españapor valor de 19.015 millones de euros, es decir, aporta un 9,5 % de su PIB a otras regiones, mientras Cataluña aportó 7.439 millones, un 3,75 % de su PIB.

Madrid, Baleares y Cataluña, junto a la Comunidad Valenciana, eran las cuatro regiones españolas contribuyentes netas, con unos flujos de salida, (aportación al Estado) equivalentes a una media del 5,6% del PIB.Como es sabido, los ingresos de las CCAA -salvo País Vasco y Navarra. donde la descentralización del ingreso público es total y pagan un 'cupo' al Estado por los servicios generales-, se componen de impuestos cedidos, ingresos compartidos -IRPF (comparten al 50%), IVA (comparten al 50%) y especiales (las Comunidades se quedan el 58% de lo recaudado)-, y tres fondos.

La noticia fue que la CCAA de Madrid aporta al Estado más del doble que Cataluña (un 2,5 % más). Es cierto. Hoy mismo se ha quejado en Moncloa la presidenta Cristina Cifuentes tras su entrevista con Mariano Rajoy. Quiere, como todos, un nuevo modelo de financiación autonómica, y que el Gobierno reconozca el número real de habitantes que tiene la CCAA de Madrid.

Hasta octubre de 2015, Cataluña ha recibido gracias al Fondo de Liquidez Autonómica (FLA), y al fondo de Proveesores nada menos que 37.487 millones de euros, que a falta de conocer las cifras finales de recaudación de los impuestos compartidos entre Administración central y autonómica catalana.

Es cierto lo que dijo el conseller de Economia en 2014: "Catalunya es contribuyente neto en términos fiscales y además de modo generoso". En Catalunya nos pagamos todo lo que recibimos y lo hacemos con creces. Hay una muy generosa contribución a la bolsa común". Pero la cantidad recibida vía FLA en 2015 ha sido muy relevante, superior a los 35.000 millones de euros.

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