Tocada, pero no hundida: Cataluña pierde un punto de crecimiento por el ‘procès’

  • La economía catalana se desacelera y mejorará solo un 2,1% en 2018 y un 2% en 2019, desde el 3% de alza de 2017, según previsiones de BBVA Research.
Huelga general y paro de país en Cataluña, el 3 de octubre pasado.
Huelga general y paro de país en Cataluña, el 3 de octubre pasado.
EFE

Intacta en 2017 y tocada pero no hundida en 2018 y 2019. La economía catalana perderá un punto de crecimiento entre 2018 y 2019 a cuenta de la incertidumbre política. Las previsiones, presentadas en un informe del servicio de estudios BBVA Research, calculan un crecimiento de la economía catalana del 2,1% en 2018 y del 2% en 2019, como ya certificó en su día el Banco de España.

Miguel Cardoso, economista jefe de la entidad para España, atribuye la caída a tres condicionantes: el desafío independentista en Cataluña, aunque le confiere un impacto limitado, y el estancamiento de la demanda interna y del turismo, tras los atentados de agosto en Cataluña.

Con todo y aunque constreñido, Miguel Cardoso calcula que el crecimiento previsto para los próximos dos años permitirá crear 136.000 empleos y una reducción de la tasa de paro del 9,6% a finales del próximo año, hasta el 11,8% en 2018 y del 10,5% en 2019, lo que reafirmará seis años de expansión económica en Cataluña si se cumplen las expectativas.

Las deducciones del servicio de estudios de BBVA apuntan a un crecimiento del PIB del 0,5% en Cataluña para el primer trimestre de 2018, aunque Cardoso ha explicado que la información disponible apunta a que acabe siendo del 0,7%, animada porque se vaya teniendo "más certidumbre sobre las políticas que se van a implementar".

La confianza en un futuro político más estable en Cataluña hace prever un crecimiento incluso mayor si los arañazos sobre el empleo siguen siendo superficiales como hasta el momento y el buen comportamiento de las exportaciones continúa por la misma senda, ha defendido Cardoso.

Pero el PIB catalán también podría desviarse negativamente hasta el 1% en 2018 como respuesta a la incertidumbre política y económica hasta el 0,4% en 2019, mientras que en España se situará alrededor del -0,2% en 2018 y en 2019, en opinión del economista jefe.

Tras el agotamiento de "vientos de cola" como la reducción de los tipos de interés y la bajada del precio del petróleo, y de la demanda embalsamada durante la crisis, Cardoso ha puntualizado que el estancamiento de la demanda interna también ha contribuido a ralentizar las expectativas de crecimiento del PIB catalán.

Asimismo, el estudio remarca que el sector turístico catalán ha afrontado ciertos factores estructurales que han frenado su expansión más allá de la marejada secesionista y los atentados en Barcelona, como el agotamiento de su capacidad de crecimiento, sobre todo, a partir del segundo trimestre de 2017.

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