Urge una negociación con las empresas

CCOO desiste de derogar la reforma laboral y aboga por "corregir aspectos"

Insta a sus negociadores a proteger las subidas pactadas con suspensiones temporales o aplazamientos en su aplicación y asume que el salario mínimo de 14.000 euros en convenio no llegará en 2020.

El sindicado dirigido por Unai Sordo se desmarca de la reversión de la reforma laboral
El sindicado dirigido por Unai Sordo se desmarca de la reversión de la reforma laboral
EFE

El sindicato CCOO se ha desmarcado de las voces que piden una reversión completa de la reforma laboral y en el último documento oficial salido de su Comité Confederal se ha situado en una posición más moderada en la que aboga únicamente por "corregir aspectos de la reforma laboral" y abordar el debate en cualquier caso dentro del diálogo social. La posición del sindicato se ha suavizado respecto a lo que defendía hace apenas unos meses antes del terremoto provocado por la Covid-19 y a menor escala por el acuerdo parlamentario entre PSOE-Unidas Podemos y Bildu que estuvo a punto de hacer volar por los aires el diálogo social.

El máximo órgano ejecutivo del sindicato recalca que en las últimas semanas las circunstancias han obligado a los agentes sociales a reconducir el diálogo social hacia las necesidades más perentorias provocadas por la pandemia, pero que la 'nueva normalidad' debe venir acompañada de la reapertura de la mesa del diálogo social para negociar la "modificación de la reforma laboral para garantizar que una vez más nos vamos a ser las personas trabajadoras quienes acabemos pagando las consecuencias de la misma". Las reflexiones forman parte de un documento de recomendaciones para los negociadores del sindicato de cara al proceso de negociación de convenios colectivos en los difíciles meses que quedan hasta final de año.

Proteger las subidas salariales pactadas

El sindicato se plantea como uno de sus principales objetivos en este proceso el de proteger las subidas salariales pactadas en los convenios, aunque no a cualquier precio. Desde el banco empresarial se desliza desde hace semanas que la irrupción de la Covid-19 ha situado fuera del mercado buena parte de las subidas salariales pactadas en los convenios colectivos e incluso se ha llegado a decir que su aplicación estricta puede llevar a algunas empresas a la quiebra. CCOO recomienda a sus negociadores enfrentar esta ofensiva con mano izquierda y con flexibilidad, pero siempre en función de la situación de la empresa o el sector en concreto.

El plan es ser estricto en preservar las subidas pactadas, pero flexible en su aplicación, de modo que en el caso de empresas y sectores particularmente afectados por esta crisis se estudie la posibilidad de suspender temporalmente o aplazar la aplicación íntegra de esas subidas salariales e incluso dilatarlas en varios años para que no se pierdan y para que esta crisis no vuelva a traducirse en una devaluación del poder adquisitivo de los trabajadores. UGT y CCOO ya han manifestado públicamente que estas medidas de flexibilidad no se aplicarán con carácter general e incluso han solicitado al Gobierno que legisle para impedir una rebaja masiva de salarios.

Adiós al Salario Mínimo de 14.000 euros en convenio

El sindicato admite que la situación generada por la Covid-19 obligará a posponer determinados objetivos marcados en el acuerdo confederal sobre negociación colectiva suscrito en su día con CEOE y que este año llega a su fin. En ese sentido abre la puerta a posponer la aplicación efectiva del salario mínimo de 14.000 euros al año en convenio - ya está en 13.300 euros al año por ley por las sucesivas subidas del SMI -, aunque únicamente en aquellas empresas y sectores más golpeadas por la crisis.

CCOO también recuerda que esta situación debe servir para darle mayor preponderancia a otros contenidos no salariales en los convenios colectivos, como todo lo relacionado con la seguridad y la salud en el trabajo - por las medidas y protocolos de protección vinculados a la lucha contra la pandemia - y por el desarrollo de nuevos campos de actuación como los planes de igualdad y las auditorías salariales. En este sentido, revela que los sindicatos están peleando en el diálogo social para que las empresas obligadas a realizar registros salariales para comprobar el respeto a la igualdad de retribuciones entre hombre y mujer pero que no tienen representación de los trabajadores deban negociar el desarrollo de esos registros con los sindicatos mayoritarios, del mismo modo que se ha conseguido con la negociación de los ERTE por causa de fuerza mayor.

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