Enfría el optimismo del Gobierno y Yolanda Díaz. El secretario general de CCOO, Unai Sordo, ha asegurado que "se está lanzando un excesivo optimismo" en torno a un eventual consenso para sacar adelante la reforma laboral y ha dejado claro que "no está garantizado el acuerdo tripartito, ni siquiera solo con los sindicatos". Durante su intervención en Nueva Economía Forum, el líder de CCOO ha señalado este martes que la negociación que mantienen Gobierno, patronal y sindicatos para tratar de acordar cambios en el mercado de trabajo "está en un momento clave", pero que aún le quedan "unos cuantos capítulos".
"Las negociaciones están avanzadas, ha habido aproximaciones en temas no menores como la contratación", ha dicho Sordo, quien, no obstante, ha añadido que el sindicato "no renuncia" a abordar más adelante otros asuntos de la anterior reforma laboral que no se encuentran ahora encima de la mesa. Además de "causalizar" la contratación temporal, ha indicado Sordo, el sindicato trata de recuperar los equilibrios en la negociación colectiva, porque suponen un "dumping" empresarial al tiempo que permiten reducir los salarios de los trabajadores, precarizando los puestos de trabajo.
Y para lograr equilibrar la negociación colectiva, Sordo ha dejado claro que no firmará un acuerdo que no recupere la ultraactividad de los convenios, es decir, su vigencia mientras se negocia uno nuevo, así como la prevalencia de los acuerdos sectoriales sobre los de empresa. Sordo ha querido precisar que la prevalencia del convenio de empresa es principalmente utilizado por compañías multiservicios, y no por pymes, ya que estás pequeñas y medianas empresas recurren en su lugar a las inaplicaciones de las cláusulas, a las modificaciones sustancias de las condiciones o directamente al despido.
Sobre el salario mínimo interprofesional (SMI), Sordo ha señalado que lo "razonable" es que en enero 2022 alcance los 1.000 euros y ha añadido que "no tiene ninguna pista para pensar que el Gobierno no va a cumplir". En septiembre, el Gobierno dio luz verde a la subida de 15 euros al mes del SMI hasta los 965 euros para 2021. Preguntado por la concentración que junto con UGT han convocado para el próximo 16 de diciembre ante la sede de la patronal CEOE, Sordo ha explicado que responde a que muchas empresas mantienen una política de congelación salarial, aunque ha reconocido que también pedirán que se "resuelva la reforma laboral".
"Si no queremos provocar una espiral inflacionista, tenemos que salirnos de la coyuntura y desatascar la negociación"
"Si no queremos provocar una espiral inflacionista, tenemos que salirnos de la coyuntura y desatascar la negociación colectiva y pactar incrementos salariales a dos o tres años que garanticen la recuperación del poder adquisitivo de los salarios, pero que se salga de la tenaza del IPC", ha apuntado Sordo. Para ello, ha defendido la utilidad de un V Acuerdo por el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) que reoriente la política salarial en los próximos años y las medidas que se han ido adoptando, como el teletrabajo o la flexibilidad interna de las empresas que podría ver la luz en la próxima reforma laboral.
Sobre la situación de Nissan
En otro orden de cosas, ha señalado que es "fundamental" garantizar en los próximos 15 días un proyecto de inversión industrial para los centros de Nissan en Barcelona, tras confirmarse la retirada de la candidatura del fabricante chino Great Wall Motors (GWM). Sordo ha dicho que "se han hecho y se están haciendo esfuerzos" para garantizar inversores alternativos y que "había y hay varios proyectos encima de la mesa".
"Estamos en un momento cumbre para dar salida a un proyecto de inversión industrial", ha apuntado Sordo, que ha aconsejado "discreción". "Es fundamental garantizar en los próximos 15 días un proyecto de inversión industrial", ha concluido Sordo, que ha rechazado que la situación tenga que ver con el proceso independentista. "Esto tiene que ver con otras cosas (...) no obedece a razones políticas", ha zanjado.
El Ministerio de Industria, Comercio y Turismo ha asegurado que continuará buscando potenciales inversores con el objetivo de reindustrializar los centros de Nissan en Barcelona, donde los trabajadores han parado este martes la producción para mantener una asamblea después de conocerse la decisión de GWM. El objetivo es analizar planes alternativos para darle otro uso industrial a las plantas que Nissan abandonará el próximo 31 de diciembre, dejando en el aire unos 1.700 empleos.
