CCOO y UGT tiran de jubilados y mujeres para recuperar el pulso social en la calle

  • "O hay reparto o hay conflicto", resumió Sordo (CCOO) antes de la manifestación del Primero de Mayo, que será un "hito", adelantó.
Unai Sordo y Pepe Álvarez. / EFE
Unai Sordo y Pepe Álvarez. / EFE
sindicatos, UGT, CCOO

Los sindicatos Comisiones Obreras (CCOO) y Unión General de Trabajadores (UGT) tiraron ayer, Primero de Mayo, de las reivindicaciones feministas y de los pensionistas para recuperar un pulso en la calle que veían perdido. Su postura durante la crisis catalana, alineándose con el bloque independentista, desencadenó críticas internas y externas y ahora la estrategia es atraer a los 'nuevos indignados', que han conseguido convertir en mayoritarias sus marchas, que además se organizan prácticamente solas y que cuentan con el respaldo y la simpatía ciudadana.

UGT y CCOO participaron recientemente en una protesta a favor de los presos independentistas convocada entre otras organizaciones por la Assemblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium, una decisión que ha generado bajas de algunos afiliados, entre otras las del líder de Ciudadanos, Albert Rivera, que era militante de UGT desde hace más de una década.

En un día en el que el tiempo acompañó en gran medida y que permitió que decenas de miles de personas -50.000 en Madrid según los convocantes y 12.000 según la Delegación de Gobierno de Madrid-, se manifestasen en alguno de los 70 actos solicitados por las principales centrales sindicales, los secretarios generales de CCOO y UGT, Unai Sordo y Pepe Álvarez, respectivamente, se mostraron especialmente desafiantes y auguraron un endurecimiento de sus movilizaciones.

Tanto la petición de subida de pensiones como de igualdad salarial fueron protagonistas, pero también, fuera de la reivindicación laboral, lo fue la sentencia de 'La Manada', que provocó tras conocerse improvisadas protestas prácticamente improvisadas con un amplio seguimiento. En Barcelona, las marchas sindicales estuvieron encabezadas por una pancarta crítica con el fallo judicial con el lema: "No es abuso, es violación".

En la marcha de Madrid, que disscurrió bajo el lema bajo el lema 'Tiempo de ganar: Igualdad, mejor empleo, mayores salarios y pensiones dignas', estuvieron presentes el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez; el líder de Podemos, Pablo Iglesias y el líder de Izquierda Unida (IU), Alberto Garzón. También responsables de Ciudadanos participaron en las manifestaciones que tuvieron lugar en las principales capitales españolas.

La postura sindical

"O hay reparto o hay conflicto", resumió Sordo en declaraciones a los medios antes de la manifestación del Primero de Mayo, que será un "hito" que "va a continuar con movilizaciones posteriores".

En concreto, Sordo hizo alusión a la necesidad de que los salarios suban de forma generalizada y, en particular, los más bajos, de manera que los salarios mínimos pactados en convenio se sitúen en 1.000 euros. "Las empresas se han acostumbrado a la temporalidad y la subcontratación", lamentó, lo que deriva en precariedad laboral y desigualdad social.

En materia de pensiones, consideró que aunque el acuerdo del Gobierno y el PNV supone "congelar" la reforma de 2013, no resuelve el problema, ya que es necesario un pacto de Estado que garantice la suficiencia de las pensiones "ahora y dentro de tres décadas". También reclamó una prestación estable para los parados sin prestación -calcula que un millón y medio de beneficiarios perderán la ayuda con la actual propuesta del Gobierno- y una fiscalidad "más progresiva y más justa".

Sordo defendió que "la mayoría social de este país está saliendo de la psicosis de la crisis" y "se está movilizando de manera cada vez más permanente" para "rehacer un contrato social que en España se ha visto deteriorado".

Por su parte, el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, advirtió al Gobierno y a la patronal de que "el país ha dejado de lado la resignación", que sabe que "le estaban engañando" y que quiere un reparto de la riqueza que se está generando. Álvarez aseguró que esta manifestación es feminista, juvenil y pensionista y que marcará "un punto de inflexión, un antes y un después".

A su juicio, "este país crece y genera riqueza y cada día hay menos personas que acaparan más dinero", por lo que es necesario conseguir que esta manifestación "sea el punto de partida" para repartir esta riqueza, desde la perspectiva de la negociación de los convenios colectivos. "Habría sido importante conseguir que se derogara la reforma laboral", dijo Álvarez.

Pero, ante la situación actual, dejó claro a la patronal que "tiene que ser consciente de que o deja de jugar" en la negociación del acuerdo de negociación colectiva para 2018, o no va a pasar como en 2017. "No nos levantaremos de la mesa sin más. Habrá movilizaciones crecientes, tantas como los trabajadores crean que son necesarias para que se empiece a repartir la riqueza de las empresas", subrayó.

Asimismo, añadió que quieren incorporar entre sus reivindicaciones otros elementos que tienen que ver con la irrupción de las empresas multiservicios, en los que los salarios están por debajo de los convenios sectoriales, llegando justo al salario mínimo y lejos de la situación de riqueza de España.

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