CE dice que nueva ayuda de Francia y Bélgica a Dexia "no sería una sorpresa"

  • La Comisión Europea (CE) señaló hoy que la posible concesión de nuevas ayudas de Francia y Bélgica al banco Dexia "no sería una sorpresa" dada la delicada situación de esta entidad en proceso de reestructuración, al tiempo que recordó que dicha medida requeriría una autorización del Ejecutivo comunitario.

Bruselas, 31 oct.- La Comisión Europea (CE) señaló hoy que la posible concesión de nuevas ayudas de Francia y Bélgica al banco Dexia "no sería una sorpresa" dada la delicada situación de esta entidad en proceso de reestructuración, al tiempo que recordó que dicha medida requeriría una autorización del Ejecutivo comunitario.

El portavoz comunitario de Competencia, Antoine Colombani, se pronunció así sobre la posibilidad de que estos dos países hagan una nueva inyección de capital al banco franco-belga, al ser preguntado hoy sobre el tema en la conferencia de prensa diaria del Ejecutivo comunitario.

"De confirmarse la información que publican los medios, no sería ninguna sorpresa. Es algo que se veía desde hace tiempo dada la situación del banco", señaló Colombani, quien recordó que una eventual inyección de capital público deberá ser analizada y aprobada por el colegio de comisarios.

Los gobiernos de Bélgica y Francia, según la prensa belga, negocian una nueva inyección de capital para Dexia, una medida que puede hacerse efectiva la semana que viene y que supondrá entre 5.000 y 7.000 millones de euros adicionales para la entidad.

Las nuevas necesidades de capital de la entidad en proceso de reestructuración han salido a la luz después de que el ministro de Finanzas belga, Steven Vanackere, incorporara el asunto a la agenda del consejo de ministros destinado a negociar el presupuesto nacional.

Los ejecutivos belga y francés han comenzado a evaluar la situación de Dexia con vistas a acordar una intervención pública para el próximo 7 de noviembre, cuando el consejo de administración de la entidad tiene previsto aprobar las cuentas trimestrales.

Los medios belgas estiman las necesidades de capital del banco entre 5.000 y 7.000 millones de euros adicionales, que se sumarían a los dos tramos de rescates multimillonarios anteriormente concedidos a la entidad.

Bruselas "todavía está en discusiones con Gobiernos de Francia y Bélgica para la resolución de los anteriores planes de ayuda", recordó Colombani este miércoles.

Francia, Bélgica y Luxemburgo ya inyectaron 6.400 millones de euros en Dexia durante la crisis financiera de 2008, cuando se puso en marcha un amplio proceso de reestructuración de la entidad.

Además, París y Bruselas ofrecieron garantías al banco por valor de 20.000 millones de euros.

En diciembre de 2011, estos tres países acordaron el segundo plan de ayuda a Dexia, que preveía aportaciones máximas de 45.000 millones de euros.

Esta suma estaba destinada garantizar las necesidades de financiación del grupo en el periodo cubierto por la garantía temporal y reducir la dependencia de una refinanciación por parte de los bancos centrales.

Francia y Bélgica otorgaron nuevas garantías por un valor máximo de 54.000 millones, por lo que el montante total de deuda de Dexia cubierto por ambos países asciende actualmente a unos 74.000 millones, la mayor parte de los cuales son asumidas por Bruselas.

La situación de Dexia continúa siendo delicada debido principalmente a las importantes pérdidas registradas por la venta de sus filiales en los últimos meses y al alto precio que paga a los Estados para financiar su deuda, estimado en unos 500 millones de euros anuales.

El capital disponible del grupo ha caído desde los 19.200 millones de euros a finales de 2010 hasta 2.700 millones a finales de 2011, mientras que sus fondos propios entraron en negativo (-2.300 millones) el pasado 30 de junio.

Dexia vendió en septiembre pasado su filial turca DenizBank al banco ruso Sberbank por unos 3.020 millones de euros, mientras que en marzo cedió el 50 % de una de sus filiales de su rama luxemburguesa, RBC Dexia Investor Services, a Banque Royale de Canadá por 837,5 millones de euros.

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