Madrid.- Varios centenares de trabajadores de Viajes Marsans se manifestaron hoy por el centro de Madrid para exigir una salida viable a la empresa propiedad del presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, y de su socio Gonzalo Pascual, al tiempo que pidieron su salida de la compañía.
Los empleados y afectados por la quiebra del operador se manifestaron este mediodía desde la Plaza de Cibeles hasta la Puerta del Sol con gritos de "Ferrán, vete ya", y tras una gran pancarta en la que se podía leer: "Los trabajadores del grupo Marsans exigimos una solución ya".
Los empleados critican el "absoluto silencio" sobre el futuro de la empresa, porque ni los propietarios dicen qué compradores harían reflotar la compañía, ni los juzgados de lo mercantil decretan el concurso de acreedores.
Aseguran ser "víctimas" de una situación política del presidente de la CEOE por tener que negociar actualmente con sindicatos y Gobierno una reforma laboral.
El presidente del comité intercentros de Viajes Marsans y portavoz de UGT en la compañía, Juan Mairal, aseguró a EFE que "la desesperación es inaguantable", porque los trabajadores se ven obligados a traspasar expedientes de viajes a la competencia y, en muchos casos, "tienen que aguantar agresiones verbales" de los afectados.
Lamentó la despreocupación el Ministerio de Sanidad y Consumo por las casi cien mil personas que actualmente se han visto perjudicadas por la insolvencia de Marsans, así como por la marcha de muchos trabajadores a otras empresas que "teniendo años de antigüedad, se van con contratos de seis meses".
"Están logrando que los propios trabajadores hagan un expediente de regulación de empleo marchándose a la competencia", aseveró.
Goyo Martín, secretario de la sección sindical de CNT, también denunció a EFE el "buitreo del sector" que contrata a los trabajadores, "que no tienen otro remedio que aceptar porque los bancos no perdonan las deudas".
Martin se quejó de que en los últimos 20 días cerca de 500 empleados se hayan marchado de Viajes Marsans, "lo que supone un ahorro de nómina para los propietarios de cerca de un millón de euros", y reduce la plantilla a unos 2.500 trabajadores.
No obstante, el portavoz del Comité garantizó que las nóminas se siguen cobrando, aunque con un retraso de entre 10 y 15 días, al tiempo que calificó de opción "menos mala" la inyección de capital que anunció el grupo Tremón, propietario de Hilario Rodríguez, para sacar adelante la compañía.
"No seríamos una agencia de primer orden, porque se han ido muchos clientes y empresas importantes, pero Tremón tiene capacidad financiera", puntualizó.
El grupo Tremón (compuesto por la constructora Tremón, la promotora Atlantis y la gestora de hoteles TRH), negocia con Pascual y Díaz Ferrán una inyección de capital que podría rondar 100 millones de euros.
La manifestación de hoy abre nuevas movilizaciones que comenzarán a principios de junio.
Asimismo, los sindicatos estudian con las organizaciones de consumidores el posible apoyo de las mismas en futuras convocatorias.
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