Comienza la cuesta atrás para las próximas elecciones generales, que tendrán lugar el 23 de julio. El consejero delegado de la socimi Merlin Properties, Ismael Clemente, ha lamentado este martes que la mejora del rating del país no sea una cuestión de Estado y que, a nivel político, la economía no lo sea. En concreto, critica que se antepongan "chorradas" y "tonterías" de cálculo electoral, informa EFE.
En este sentido, ha asegurado que toparse con el "techo de cristal" del rating soberano es un "problemón". Por este motivo, defiende que la calificación crediticia de España sea un política de Estado y objeto de un plan nacional de mejora. "Estamos recibiendo visitas de agencias de rating y aunque tengas mejores números que otras empresas extranjeras te topas con el rating de España", ha apuntado durante su intervención en una mesa redonda en el marco del Foro Medcap.
Clemente ha señalado lo que ha considerado como barreras para el crecimiento de la economía como la hiperregulación, que obliga a dedicar muchos recursos a cuestiones administrativas e improductivas, y que, en su opinión, proviene de una Administración, de una súper estructura, que tiene que justificarse a sí misma. "Ese aparato genera bagaje normativo para justificar su existencia y eso oprime a la empresa y la distrae de crear riqueza para los accionistas y la sociedad", ha señalado.
También se ha referido a la fragmentación del mercado ya que a su juicio en Europa aún no existe un mercado único global, a diferencia de lo que ocurre en Estados Unidos. Ello hace que en Europa no existan facilidades para expandirse de forma ágil entre países, bien por barreras idiomáticas o de regulación, a lo que se añade además que en España hay una microregulación con 17 mercados distintos. Asimismo, ha lamentado que haya mucha gente que de forma irracional vocifere contra las empresas y los ricos.
En este sentido, el máximo responsable de Merlin, ha asegurado que los instrumentos de ahorro privado se están viendo obstaculizados desde el poder, lo que cree que se debe a los celos del sector público. "Es un tremendo error", ha manifestado el máximo ejecutivo de la socimi, ya que el propio capital que financia a las empresas pasa a ser extranjero y con ello los intereses de gestión, lo que deja a las compañías en una situación competitiva peor. Por ello, ha abogado por que se acorten los trámites administrativos ya que "el tiempo es un factor de ahorro tremendo" y se fomente el ahorro privado, incluso fiscalmente.
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