El CEO que decidió vivir en la oficina con una cama de IKEA para ahorrar dinero

Fotografía de la cama de Alistair Vigier en las oficinas de ClearWay.
Fotografía de la cama de Alistair Vigier en las oficinas de ClearWay.
ClearWay.

Emprender y fundar una empresa implica muchas horas de trabajo a la semana. Tantas que a algún emprendedor no le compensa ni ir a casa o, directamente, tener una. Este es el caso de Alistair Vigier, un emprendedor canadiense que tomó la decisión de vivir en la oficina con el fin de ahorrar dinero, tiempo y mandar un mensaje a los inversores: estaba dispuesto a hacer lo que fuese necesario para que triunfase su empresa.

Durante la creación de la firma de abogados ClearWay en Toronto, Vigier llegó a trabajar 70 horas por semana divididas en jornadas laborales extensas y extenuantes. En uno de esos momentos en la oficina barajó la posibilidad de dormir allí y se informó de lo que sucedía al respecto en otros países. Encontró artículos que decían que en China, empleados de empresas de tecnología viven en sus lugares de trabajo para evitar el tráfico mañanero, unos textos que reforzaron su idea. 

Además de la ingente cantidad de trabajo, Vigier no quería ni pensar en comenzar la búsqueda de un lugar para alquiler, reuniéndose con agentes inmobiliarios. Asimismo, tampoco le apetecía gastarse el dinero en amueblar una vivienda que sería temporal ni desperdiciarlo en caras noches de hotel. 

Hasta entonces había ido cambiando de alojamientos de Airbnb, pero llegó el momento de cambiar y ahorrar: compró una cama de IKEA y la instaló en un lugar de la oficina de forma que ninguno de sus compañeros se diese cuenta (cerrándola contra la pared por el día) y probar durante varias semanas. 

"La mayoría de la gente que vive en sus oficinas no son vagabundos. Tengo una propiedad, pero no en la ciudad en la que vivo. También pensé que enviaría un mensaje importante a mis socios demostrando que estoy dispuesto a hacer lo que sea para que ClearWay triunfe. Los inversores tienen múltiples posibilidades para invertir en empresas por lo que es importante diferenciarse haciendo algo extremo o diferente”, explica en primera persona en un artículo de la web 'Time'

La higiene y el resultado final

Vigier relata que en general "durmió bien" y que el cambio fue positivo porque se ahorraba la "hora y media al día de ir y volver al trabajo", así como los gastos derivados de tener un coche. Pero, ¿cómo mantener la higiene viviendo en la oficina? 

Ante este aspecto crítico Vigier se apuntó a un gimnasio cercano y se duchaba todos los días allí tras hacer ejercicio. Comenzó a utilizar lavanderías callejeras y al carecer de cocina su físico mejoró (esto no estaba planeado) adelgazando por comer comidas preparadas y, sobre todo, frutas, frutos secos y barritas energéticas.

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Todo iba bien hasta que en una noche de sábado un abogado de la firma acudió de madrugada a la oficina a por un objeto personal tras volver de un viaje. En ese momento, Vigier estaba comiendo unos 'waffles' proteicos e imprimiendo unos documentos. Era la primera vez que se encontraba con este abogado, quien le preguntó: "¿Estás viviendo aquí?". 

Vigier respondió que se quedaba solo algunas noches y el compañero emitió un sonido de desaprobación. La incómoda situación le forzó a alquilar una habitación en un hotel Holiday Inn por unas noches con el fin de poder negar que había vivido en la oficina. 

Ahí acabó el experimento y este CEO aprendió dos cosas. Por un lado, que no debe relejarse y acomodarse hasta que consiga llegar a donde quiere. Por otro, que para bien o para miel, siempre está dispuesto a hacer lo que sea para que su empresa triunfe.

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