En apenas tres meses la crisis del coronavirus va a devolver a España al dramático escenario que quedó después de la Gran Crisis con cifras de evolución del PIB, desempleo y déficit público sin precedentes. El último análisis ha llegado de la principal organización empresarial del país, CEOE, y augura que la crecida del paro en las próximas semanas llevará la cifra total de desempleados al entorno de los cuatro millones y que el desplome de la economía en 2020 podría llegar a ser del 9%.
En opinión del servicio de análisis de CEOE, que fue reconocido recientemente como el más atinado durante el año 2019 por Esade, en el mejor de los casos, siempre que el confinamiento de la población no se prolongue más allá de finales de mayo, las medidas adoptadas por el Gobierno tengan una efectividad alta y la recuperación sea rápida en la mayoría de los sectores -lo que los expertos han definido como una recuperación en 'V'-, la economía perdería un 5% de su valor este año, se perderían 445.300 puestos de trabajo y el número total de desempleados se iría hasta los 3,8 millones, con una tasa de paro del 16,5%. Éste es el mejor de los escenario previsibles.
Pero la incertidumbre es alta, advierten desde CEOE, y este escenario optimista podría empeorar en el caso de que las medidas de confinamiento tuvieran que prolongarse durante más tiempo por razones sanitarias o bien en el caso de que la estrategia de respuesta en el plano económico y social puesta en marcha por el Gobierno no resultara todo lo efectiva que el propio Ejecutivo espera. ¿Qué ocurriría entonces? Pues que el panorama sería significativamente más sombrío. La principal organización empresarial del país cree que si las cosas van mal la economía se podría desplomar hasta un 9%, cerca de 800.000 personas podrían perder su puesto de trabajo, el paro se dispararía en más de 900.000 y el número total de desempleados superaría la barrera de los cuatro millones hasta llegar a los 4,2 millones de desempleados, con una tasa de desempleo del 18%.
La red de seguridad de los ERTE
El análisis del servicio de estudios de CEOE estima que el recurso masivo a los ERTE, habilitado con especiales ventajas desde el minuto uno de esta crisis, salvará de perder su puesto de trabajo a 600.000 trabajadores. Sus proyecciones apuntan a que en el escenario más favorable hasta medio millón de trabajadores y trabajadoras verán asegurados sus empleos por la utilización de esta medida de flexibilidad interna -lo que implica que la caída de la ocupación sería de más del doble sin este instrumento-, mientras que en el escenario menos favorable perdería algo de eficacia y sólo alcanzará para salvar algo menos de la mitad de los empleos afectados. En número de empleos, la estimación de CEOE es que sin los ERTE se perderían 970.400 puestos de trabajo en una crisis en 'V', frente a los 445.300 que se estiman con ese instrumento operativo; y que en un escenario más desfavorable, lo que los expertos llaman escenario en 'U' o en 'L', la pérdida de ocupados sin ERTE se iría hasta los 1,4 millones, frente a los 796.800 que se estima con los ERTE.
La organización empresarial calcula que el número de trabajadores y trabajadoras incluidos en los ERTE ya aprobados y por aprobar en esta crisis rondara los 2,5 millones y que, por otra parte, 1,5 millones de autónomos se acogerán a la prestación por cese de actividad, lo que de algún modo significa que este proceso de hibernación de la economía afectará al menos a cuatro millones de trabajadores.
El déficit podría irse hasta el 11% del PIB
La otra gran cuestión a dilucidar en esta crisis es cuál será la factura que asumirá el erario público para paliar, en primera instancia, el impacto de la crisis y para reactivar la economía, cuando ésta haya quedado atrás. El Servicio de Estudios de CEOE estima que ésta rondará los 25.000 o 30.000 millones de euros, agregando también otras nuevas necesidades de gasto no estrictamente asociadas al Covid-19 pero que también ampliarán el gasto en 2020 como la revalorización de las pensiones o la subida a los funcionarios (cuyo efecto conjunto estima en unos 6.000 millones), pero que se ampliará si es necesario adoptar nuevas medidas o si el periodo esperado de actuación de éstas se tuviera que prolongar más tiempo de lo previsto.
Bajo estas premisas, se entiende que las necesidades de financiación de España durante este ejercicio se situarán entre los 80.000 y los 120.000 millones de euros, lo que llevará el déficit público a un entorno de entre el 7,5% y el 11%, en niveles similares a la peor fase de la crisis económica de hace una década. La deuda pública, que con grandes esfuerzos había conseguido reducirse hasta el 95%, se disparará hasta el 115% del PIB.
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