"Nadie nos dijo que no", aseguran en la patronal

CEOE gestó su 'Foro Bilderberg' en una semana harta del ninguneo de Sánchez

La ausencia de empresarios en la comisión parlamentaria para la reconstrucción y la escasa atención del Gobierno aconsejaron a Garamendi impulsar un foro para que las empresas hicieran oír su voz.

Antonio Garamendi y Carlos Torres (BBVA) escuchan la intervención de Ana Botín (Santander).
Antonio Garamendi y Carlos Torres (BBVA) escuchan la intervención de Ana Botín (Santander).
Bruno Pérez | CEOE

Los grandes empresarios españoles llevaban semanas observando con una mezcla de envidia y disgusto lo que ocurría en otros países. Veían que mientras en Alemania, Francia o Italia los gobiernos reaccionaban con diligencia para proporcionar a sus tejidos empresariales la liquidez detraída por las restricciones a la actividad causadas por la Covid-19, en España el Gobierno titubeaba a la hora de respaldar a las empresas y cuando al fin aprobaba alguna medida la plagaba de asteriscos y vericuetos administrativos que dificultaban su aplicación en la práctica. Durante este tiempo se han tenido que acostumbrar también a las convulsiones del relato gubernamental, a las sospechas sobre los posibles comportamientos fraudulentos de las empresas en los ERTE o en la solicitud de créditos ICO, a las prohibiciones de abordar ajustes de plantilla pese al evidente desplome de la actividad o a las amenazas de revisión del marco regulatorio laboral por las bravas, así como a la frialdad del Gobierno hacia sus reivindicaciones.

Acorralados en el diálogo social y sin la interlocución fluida con el más alto nivel del Gobierno que hubo en otros tiempos, fuentes empresariales no ocultan que se han sentido ninguneados durante esta crisis. Tal vez por ello, cuando a finales de la primera semana de junio el presidente de CEOE, Antonio Garamendi, empezó a llamar a los despachos de los máximos responsables de las mayores empresas del país con la idea de organizar una gran cumbre empresarial, una suerte de 'Foro Bilderberg' a la española, para dar voz, visibilidad y difusión a las ideas de los empresarios sobre cómo conducir el proceso de reconstrucción económica y social de España no recibió ni un solo 'no' por respuesta. Una semana después - el pasado viernes - el propio Garamendi presentaba a los medios una cumbre empresarial sin precedentes, por la que desfilarían una detrás de otro los principales empresarios del país, de Juan Roig (Mercadona) a Pablo Isla (Inditex), de Ana Botín Santander a José María Álvarez-Pallete (Telefónica), de José Manuel Entrecanales (Acciona) a Antonio Brufau (Repsol).

"Queremos que se nos escuche", recalcó el presidente de CEOE e impulsor de la iniciativa en la presentación de la misma. "En otros países los gobiernos han llamado a las empresas para preguntarles cómo ven la situación y han puesto a las empresas en el centro, no en la diana", subrayó con un indisimulable disgusto. El desafecto con el Gobierno es evidente. Existe una conciencia clara en el mundo de la empresa de que los vaivenes en el discurso económico del Gobierno en temas como la fiscalidad o la reforma laboral afectan a la imagen de España hacia los inversores. Lo dijeron en el acto inaugural de la cumbre tanto Pablo Isla como Juan Roig: la seguridad jurídica es fundamental para ofrecer certidumbre a las empresas y a los inversores. "Cuando no hay seguridad jurídica la inversión se retrae", aseguró el presidente de Inditex.

El formato elegido es un foro de empresas para empresas. Nada de analistas para enmarcar la situación económica, nada de presencias de representantes del Gobierno para darle un tono institucional y nada de atenciones protocolarias al entorno del diálogo social, con la presencia de los sindicatos. Un foro exclusivo de empresarios, para que éstos trasladen sus reflexiones a la sociedad de forma directa y sin cortapisas, en abierto y accesible a todo el mundo. Objetivo: que la ciudadanía sepa de boca de los principales empresarios del país lo que éstos quieren para España. Desde la lealtad institucional, pero también desde la independencia, la patronal ha propiciado este foro en abierto sin precedentes en la historia democrática. Ninguna iniciativa similar se planteó durante la Gran Recesión.

"Era el momento", asegura un empresario con muchos años de presencia en la Junta Directiva de CEOE. "Durante la crisis sanitaria lo prioritario era atender a los afectados y tratar de crear una red de seguridad para las empresas y los trabajadores, pero ahora nos jugamos el futuro: el inmediato, con lo que se decida con los ERTE y los créditos ICO; y el de largo plazo, con las medidas que se adopten para la reconstrucción. Y la sociedad tiene que saber lo que proponen las empresas". El tono de las intervenciones en la primera jornada deja claro el tipo de mensaje que las empresas quieren trasladar a la sociedad: apuesta por modernizar el país, por impulsar su capacidad para crecer más, crear más empleo y generar más bienestar, y neutralidad, neutralidad política, ni una crítica al Gobierno ni una alabanza a la oposición o a la parte del Ejecutivo que las empresas creen más sensata.

alcance en redes sociales

  • La primera jornada de la cumbre 'Empresas españolas: liderando el futuro' logró un alcance de 85 millones de visitas sumando todas las redes sociales, según CEOE.

Escasa presencia femenina

Si hay algo cuestionable sobre la cumbre que se va a desarrollar hasta el 25 de junio, en la que algunos participan presencialmente y otros de manera telemática, es la escasa representación femenina. Espejo de una cúpula empresarial nacional liderada por hombres, el acto de inauguración contó ayer con solo dos mujeres entre los 18 ponentes, la imprescindible Botín y la presidenta de Red Eléctrica, Beatriz Corredor. Y esa va a ser la tónica habitual en las jornadas, pues el cartel en el que se anuncia la flor y nata del tejido empresarial español que va a desfilar por Diego de León apenas cuenta con 18 mujeres de un total de 133 participantes (esto supone en torno al 13%). Aportarán su visión sobre la situación desde la presidenta de FCC Esther Koplowitz hasta la exministra de Empleo Fátima Báñez, en calidad de coordinadora de la iniciativa 'Empresas que ayudan' de la Fundación CEOE.

El objetivo es claro y compartido sobre la presencia exclusiva de empresarios y empresarias en este foro que no es de debate, sino de propuestas. "No queremos contaminar el mensaje. El propósito es trasladar a la sociedad las medidas que los empresarios consideramos más oportunas para afrontar la reconstrucción y conseguir que España salga más fuerte de esta crisis", asegura otra fuente de CEOE. "Vamos a demostrar que ponemos por delante el interés general del país respecto a nuestros intereses particulares. No vamos a pedir fondos de apoyo a las empresas, vamos a plantear las medidas de reforma que creemos necesarias para que el país mejore: si a España le va bien a las empresas que están en España les irá bien". 

Si la voz de las empresas y de los empresarios no se escucha en la comisión parlamentaria para la reconstrucción, se va a escuchar fuera. En febrero de 2011, y bajo el liderazgo del entonces presidente de Telefónica, César Alierta, quince grandes empresas del Ibex constituyeron el Consejo Empresarial para la Competitividad para hacer oír la voz de las empresas en medio de la Gran Crisis, al margen de CEOE. La obsesión de Juan Rosell, primero, y de Antonio Garamendi, después, ha sido que las grandes empresas vean en CEOE su casa. La cumbre empresarial es la prueba de que esta vez se ha conseguido. "Más allá de lo que ocurra y de la capacidad que tengamos para influir sobre las decisiones que vaya a tomar el Gobierno a partir de ahora, la cumbre ya ha sido un éxito", asegura un directivo de la organización. 

Desde la confederación empresarial trasladan que el 'feedback' recibido tras la primera jornada de la cumbre "no puede ser más positivo". Los empresarios consideran que este foro "ha demostrado que CEOE está, que es la voz de las empresas, de todas ellas, y que las empresas grandes y pequeñas estamos unidas para sacar a España de esta crisis. Eso transmite una imagen de mucha fortaleza", en boca de otro directivo. En definitiva, el planteamiento que exponen las fuentes de la organización consultadas tras la jornada del lunes es que los "grandes buques insignia" del tejido empresarial "van a tirar del carro", pero se busca aunar la voz de todos, "desde la gran compañía hasta el pequeño emprendedor" para plantear las necesidades comunes de cara a la recuperación.

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