CEOE negocia in extremis con Valerio una vía 'light' para llegar al SMI de 900 euros

  • La patronal plantea repartir la subida a lo largo del año o incluir los complementos en el cómputo total para evitar un impacto negativo en el empleo.
Fotografía Juan Rosell y Magdalena Valerio / EFE
Fotografía Juan Rosell y Magdalena Valerio / EFE

CEOE negocia a la desesperada con la ministra de Trabajo, Magdalena Valerio, una fórmula que permita suavizar la aplicación del acuerdo entre Gobierno y Podemos para elevar el Salario Mínimo Interprofesional hasta los 900 euros a partir del próximo 1 de enero de 2019 y amortiguar así su impacto sobre las empresas, particularmente sobre aquellas de sectores de menor valor añadido que son las que tienen más difícil absorber la subida del 22% acordada para el próximo año.

Según han confirmado a La Información hasta tres fuentes distintas de CEOE, la organización empresarial ha iniciado una negociación con el Ministerio de Trabajo para tratar de buscar una fórmula 'light' que permita activar de forma efectiva durante 2019 la subida pactada, pero de la forma menos dañina posible para las empresas.

Las fuentes consultadas precisan que la organización empresarial ha puesto sobre la mesa del Ministerio de Trabajo dos alternativas diferentes. Una de ellas pasa por arbitrar una aplicación progresiva de la subida del Salario Mínimo a lo largo de todo el año, de forma que la entrada en vigor efectiva del SMI de 900 euros se produzca durante 2019, sí, pero más cerca de 2020 que del 1 de enero. 

La forma de hacerlo está abierta a la negociación, pero una de las fuentes consultadas avanza que la modulación podría hacerse del siguiente modo: Salario Mínimo de 800 euros a partir del 1 de enero, que se elevaría hasta los 850 euros a mitad de año y a 900 euros en la recta final de 2019.

Incluir los complementos en el salario mínimo de 900 euros

La segunda alternativa propuesta por la organización empresarial es incluir los complementos salariales en la contabilización de los 900 euros, es decir, que el salario mínimo interprofesional no sea la referencia mínima legal para el salario base de los trabajadores sino que incluya también los complementos, lo que supondría modificar el modo en que se ha venido regulando hasta ahora en la que éstos se agregan sobre el salario base establecido por ley.

Una de las principales quejas que han deslizado los organizaciones sectoriales más afectadas por la subida del SMI es que hay al menos una treintena de convenios en los que los sueldos están vinculados al Salario Mínimo y que también se utiliza como referencia para fijar los diferentes complementos salariales, lo que puede ocasionar unos deslizamientos hacia arriba que multipliquen el impacto esperado sobre la cuenta de gastos de personal de las empresas. En conjunto, estas organizaciones calcula que la medida puede obligar a actualizar los salarios de unos tres millones de trabajadores.

Fuentes de CEOE indican que Juan Rosell, presidente de la patronal hasta el próximo día 21, ha decidido monopolizar la negociación con la ministra de Trabajo, Magdalena Valerio, para intentar suavizar el impacto que tendrá la subida del SMI en los costes salariales de las empresas, lo que no ha sentado bien en ciertos sectores de la patronal, ya que algunos empresarios consideran que no se debería negociar con un Gobierno que "va a imponer" el alza en el salario mínimo.

"Si el Gobierno ya ha decidido que va a subir el SMI, ¿para qué se está reuniendo Rosell con la ministra?", denuncian voces de la patronal críticas con el final de mandato del todavía presidente. Desde CEOE también arremeten contra el hecho de que el Ejecutivo no haya llevado a ninguna mesa de negociación el nuevo SMI que pretende aprobar. "Se han saltado la negociación colectiva sin contar con nosotros", se quejan.

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