Lo considera "absolutamente necesario y urgente"

CEOE aprieta al Gobierno para que avale la financiación bancaria a las empresas

  • A la espera de las medidas del martes, el Ejecutivo sólo se ha comprometido a 'cubrir' el 50% de los préstamos y únicamente a turismo y transporte.
Calviño y Garamendi Europa Press
Calviño y Garamendi Europa Press

"Muchas empresas se encuentran en una situación en la que no van a tener caja para pagar las nóminas de sus trabajadores a final de mes. O el Gobierno actúa o no sólo va a haber despidos masivos sino también cierres de empresas". En CEOE cruzan los dedos para que la financiación comprometida por el BCE y la 'manga ancha' anunciada por la Comisión Europea animen al Gobierno a actuar de manera más decidida de lo que lo ha hecho hasta la fecha para garantizar el flujo de crédito hacia las empresas, bloqueado desde la banca por la incertidumbre generada por la crisis y poco animado desde el Ejecutivo que hasta el momento se ha limitado a alimentar con apenas 200 millones la línea extraordinaria de crédito creada en su día para amortiguar el impacto de la quiebra de Thomas Cook sobre las empresas turísticas y del sector del transporte.

Fuentes empresariales interpretan la medida como una maniobra "claramente insuficiente" y apuntan hacia lo que han hecho otros países europeos en los que la incidencia del coronavirus es menor a estas alturas para argumentar ese juicio. En Francia o Alemania los gobiernos ya se han comprometido a garantizar el 90% o incluso el 100% de los préstamos concedidos por el sector financiero a las empresas afectadas por la crisis para evitar que se cierre el canal de la financiación bancaria y paliar la actual situación de falta de liquidez, explican, mientras que aquí, con muchos más contagios y una situación de cuarentena real, lo único que se ha hecho es garantizar el 50% de esa financiación y solo a las empresas del transporte y el turismo.

Tal vez por ello CEOE y Cepyme han calificado en un comunicado remitido este domingo como de "absolutamente necesario y urgente" la puesta en marchar de una "línea de avales públicos suficiente" que facilite el acceso al crédito por parte de las empresas. La situación es la siguiente. Los bancos no prestan a las empresas que acuden a sus oficinas en busca de liquidez porque interpretan, siguiendo la estricta regulación de control del riesgo salida de la crisis de hace una década, que la devolución de ese préstamo por parte de una empresa que no tiene ni para pagar las nóminas puede ser incierta.

Las empresas, por tanto, se quedan sin el flujo de ingresos normal de su actividad y sin posibilidad de acudir a la financiación bancaria. Una fuente interna de CEOE explica, recurriendo a la típica metáfora de que la financiación bancaria es el flujo sanguíneo de la economía, que garantizar el acceso a la financiación bancaria de las empresas es quizá la medida más crítica que exige el momento. "Se puede garantizar el aplazamiento en el pago de impuestos o facilitar las reducciones de plantilla que si las empresas no tienen tesorería para pagar las nóminas o a los proveedores no les va a quedar más remedio que cerrar", advierten.

La situación plantea una dimensión adicional. El BCE anunció el pasado jueves que va a inyectar 120.000 millones de euros en la economía a través de la adquisición de títulos de deuda de las empresas -un recurso al alcance sólo de las grandes empresas- y de las subastas extraordinarias de liquidez instauradas por Mario Draghi para engrasar la financiación de la economía real -pequeñas y medianas empresas- a través del sector financiero. Fuentes empresariales advierten de que hay un riesgo cierto de que el tejido productivo de pequeño y mediano tamaño de España se quede al margen de esos cuidados financieros paliativos decretados por el BCE si el Gobierno no garantiza a los bancos una cobertura similar sobre los préstamos que concedan que el resto de países de la eurozona, que con el 90% o el 100% de su riesgo cubierto van a ser mucho más propensos a prestar financiación a sus empresas en un entorno tan incierto.

Inquietud empresarial por la respuesta del Gobierno

Al presidente de CEOE, Antonio Garamendi, no le quedó otro remedio el pasado jueves que trasladar al Gobierno su honda preocupación por la ausencia de medidas de apoyo a las empresas en el primer paquete de medidas contra el 'coronavirus' aprobado por el Ejecutivo. Empresarios y sindicatos abrieron una ronda de reuniones contra el reloj después del Consejo de Ministros ordinario del martes para proporcionar al Ejecutivo un grupo de medidas consensuadas para paliar la situación generada por el coronavirus en las empresas, tanto para proteger a éstas como a sus trabajadores, que se pudieron incluir en el paquete de medidas del jueves.

Los agentes sociales consiguieron cerrar su pack de propuestas antes del Consejo de Ministros extraordinario del jueves, pero el Gobierno no incluyó el grueso de las mismas en un paquete legislativo lo que generó indignación en los agentes sociales, pero particularmente en las empresas, que consideraban medidas como las garantías sobre los préstamos bancarios o la flexibilización de los ERTE como algo de urgentísima necesidad. El propio Antonio Garamendi, en la rueda de prensa posterior a la reunión que el Gobierno mantuvo por la tarde con los agentes sociales, manifestó cierto hartazgo por la situación al titubear a la hora de responder si había un compromiso gubernamental en relación a aprobar esas medidas en el Consejo de Ministros del martes.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tampoco aprovechó la declaración oficial del 'estado de alarma' en la noche de este sábado para sacar adelante las medidas económicas que trabajadores y empresarios llevan más de una semana esperando, momento que demoró hasta el próximo martes. Ante este panorama, CEOE ha emitido este domingo un comunicado en el que insta al Gobierno "a que en su reunión del próximo martes se adopten las medidas urgentes que los empresarios planteamos en los últimos días al Ejecutivo" en el enésimo intento por no retrasar más unas medidas que tanto empresarios y sindicatos consideran esenciales para dar tranquilidad -dentro de lo posible- tanto a las empresas como a los trabajadores en una situación en la que tanto el futuro de sus puestos de trabajo como de sus negocios está en el aire.

El asunto está lejos de ser pacífico. En la maratoniana reunión del Consejo de Ministros de este sábado para decretar el 'estado de alarma' la configuración del paquete de medidas económicas fue el principal escollo en la negociación entre la parte socialista y la de Unidos Podemos y una de las principales causas de que la comparecencia del presidente se retrasar más de siete horas respecto al horario previsto.

¿Qué piden los empresarios? La simplificación y agilización de los procedimientos de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), con efecto retroactivo para dar cobertura a todas esas empresas que no han podido esperar al Gobierno para tratar de reducir su carga salarial en estos días en que su actividad se ha desplomado; la suspensión de la obligación del pago de cotizaciones sociales por parte de las empresas para no tensionar más su ya delicada tesorería; y la suspensión legal de la estricta normativa que regula el teletrabajo, para no exponer a las empresas que han solucionado el cierre de sus centros de trabajo por esta vía a multas de la Inspección de Trabajo, que por parte del Ministerio ya avanzó que vigilaría posibles prácticas fraudulentas.

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