"No es el momento"

La CEOE rechaza un nuevo pacto salarial y se aferra a la recuperación del empleo

La patronal enfría la posibilidad de negociar la renovación del Acuerdo de Negociación Colectiva en este 2021, mientras los sindicatos exigen tanto mejoras en los convenios como la subida inmediata del SMI.

ANTONIO GARAMENDI UNAI SORDO PEPE ALVAREZ
La CEOE rechaza un nuevo pacto salarial y se aferra a la recuperación del empleo
EFE

La patronal enfría la posibilidad de alumbrar junto a los sindicatos un nuevo Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) este año. Se trata del marco plurianual en el que se encajan, entre otras cuestiones, las subidas salariales recomendadas para los convenios. Así lo adelantan a La Información fuentes de la CEOE que justifican su postura por la delicada situación del tejido empresarial y del mercado laboral. Las organizaciones sindicales, por su parte, no dan por perdida la batalla, si bien están mostrando un perfil bajo por dos motivos: el primero es que les interesa esperar a ver en qué queda la escalada de la inflación para poder arrancar a los empresarios una mejora de las condiciones en la eventual negociación; y el segundo es que, en estos momentos, están librando una contienda no menor y prioritaria que es la del salario mínimo interprofesional (SMI)

Los agentes sociales renunciaron a renovar el IV AENC a finales de 2020 y lo dejaron caducar. A principios de este año mantuvieron algunos contactos informales, impulsados desde el flanco sindical, para explorar las opciones, pero cayeron en saco roto. CCOO planteó una subida salarial del 1,5% para 2021, ampliable hasta una horquilla de entre el 2% y el 3% para 2022 y 2023, pero los sindicatos no llegaron a aunar un posicionamiento común sobre un asunto que, en cualquier caso, ya era controvertido para la CEOE. Lo era entonces y lo sigue siendo ahora. Los empresarios rechazan de plano cualquier planteamiento en el sentido de incrementar los costes laborales, en un momento en el que la recuperación del empleo perdido por la crisis económica provocada por la pandemia debe ser absolutamente prioritaria.

"El asunto no está sobre la mesa en estos momentos", indican desde la patronal. Fuentes de la cúpula de la organización empresarial conocedoras de los vericuetos de los procesos negociadores no descartan, sin embargo, retomar las conversaciones a finales de año para hablar sobre un AENC para 2022 y 2023. Es decir, el año 2021 quedaría desierto. Todo, mientras la subida salarial media pactada en convenio se ha resentido considerablemente desde el inicio de la pandemia. Si en el año 2019 se registraba un incremento medio del 2,24%, en línea con el AENC 2018-2020, que planteaba subidas salariales del entorno del 2% más un punto porcentual ligado a conceptos como la productividad, los resultados empresariales o el absentismo laboral, en 2020 caía hasta el 1,84% y en mayo de 2021 (último dato disponible) era del 1,56%.

Como históricamente viene siendo habitual en las estadísticas oficiales del Ministerio de Trabajo, la variación salarial media pactada en los convenios de empresa es notablemente inferior a la registrada en los convenios sectoriales (un 1,17%, frente al 1,58%). Pero desde otra perspectiva el balance es más llamativo: de los 2.095 convenios con efectos económicos este año, solo 141 se han firmado en 2021; en los firmados con anterioridad, que afectan a 3,8 millones de trabajadores, la subida de sueldos es del 1,49%, mientras en los nuevos, que cubren a unos 870.000 trabajadores, alcanza el 1,85% (un 1,18% en los convenios de empresa y el 1,89% en los de sector), signo de la mejora de las perspectivas de cara a los próximos ejercicios.

A la vista de los datos, la patronal defiende que las mesas de negociación están funcionando en las empresas, que se están llevando a cabo subidas en función de los acuerdos alcanzados con los sindicatos y que esos aumentos se están mejorando paulatinamente, a medida que la economía se va adentrando en la fase de reactivación. El problema es que, aunque las alzas salariales se van recuperando, todavía se establecen por debajo de la inflación (el IPC se situó en junio en el 2,6% en tasa anual, según el Instituto Nacional de Estadística) y esa es precisamente la baza de los sindicatos para insistir en la necesidad de renegociar la referencia de condiciones salariales en un nuevo marco plurianual.

Pero en estos momentos el foco no está en los sueldos en convenio -que aunque se resienten respecto a tiempos prepandemia, al menos están creciendo- sino en el salario mínimo, que arrancó el año congelado por la falta de acuerdo en el seno del Gobierno para aprobar una subida (aunque fuera simbólica, como pedía la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz) que no contara con el respaldo de la patronal. El área económica, con Nadia Calviño a la cabeza, se impuso... y la CEOE respiró aliviada. Este mismo martes su presidente, Antonio Garamendi, insistía en que no es el momento de subir el salario mínimo sino de apuntalar la recuperación del empleo y defendía precisamente que "la mayoría de las empresas que tienen convenio colectivo tienen salarios por encima del SMI".

La recién ascendida a vicepresidenta primera también se refería a este asunto el martes, expresando que la coyuntura de España está marcada por la incertidumbre y en que la prioridad en este momento debe ser impulsar la recuperación económica y la creación de empleo. "Yo confío en que la situación continúe esta senda positiva y cuanto antes podamos retomar esa senda de aumento del SMI", afirmaba Calviño, sin aclarar si esos nuevos incrementos comenzarán a producirse este año o se realizarán ya en 2022. En el flanco de Unidas Podemos, Díaz continúa presionando para reabrir la negociación cuanto antes, pero la patronal confía en que prime la prudencia y no se aborde el asunto hasta finales de año.

Los sindicatos, por su parte, mantienen la ofensiva. Este mismo miércoles las organizaciones CCOO y UGT han convocado concentraciones en todo el país, bajo el lema #AhoraSíToca, para exigir al Gobierno la apertura inmediata de un proceso de negociación para revalorizar ya este año el SMI y derogar las reformas laborales. Para ambos sindicatos, "que la reforma laboral del PP siga intacta y que el Gobierno sopese retrasar la subida del SMI pone en serio peligro la recuperación de nuestro país y amenaza con crear más brechas sociales, dado que la revalorización del salario mínimo afecta a los colectivos más vulnerables y a personas trabajadoras de sectores esenciales". Por ello, llaman al conjunto de la sociedad española a "respaldar estas movilizaciones para conseguir que las políticas de reconstrucción de este país pongan en primer lugar a las personas".

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