La CEOE mueve ficha. Los empresarios han planteado a las organizaciones sindicales una propuesta de subida salarial que remarca la autonomía de la negociación colectiva bipartita y su independencia de un eventual pacto de rentas con el Gobierno. La patronal no quiere que Moncloa le marque el ritmo y ha cogido la batuta con una oferta estratégica a los sindicatos en la que accede a incrementar los sueldos en el próximo trienio, pero en proporciones relativamente moderadas frente a una inflación galopante. La organización empresarial esquiva así la intervención gubernamental en una negociación en la que no quieren ni oír hablar de la limitación de los márgenes empresariales que está impulsando el Ejecutivo desde distintos frentes como solución a la crisis energética agravada por la guerra rusa.
El Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) es independiente del pacto de rentas. Así lo han dejado claro desde el minuto uno tanto las organizaciones empresariales como los sindicatos. Pero lo cierto es que el pasado 2 de marzo el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, impulsó desde la tribuna del Congreso de los Diputados "un pacto de rentas entre los agentes sociales para aportar estabilidad y evitar caer en una espiral inflacionista". En concreto, abogó por un "acuerdo de país" que recoja un pacto "desde el punto de vista de los costes salariales y de los márgenes empresariales". El mensaje de que el Gobierno mediaría en la negociación bipartita no sentó bien a los interlocutores sociales.
Días después, los primeros espadas de las organizaciones sindicales y empresariales fueron llamados a La Moncloa. Allí mantuvieron un encuentro con Sánchez y varios responsables ministeriales, en el marco de la mesa del Plan de Recuperación, en el que se abordó la cuestión del pacto de rentas. El presidente del Gobierno insistió en la línea de que las subidas salariales debían tener en cuenta tanto los costes como los beneficios empresariales y patronal y sindicatos se plantaron. Antonio Garamendi (CEOE), Gerardo Cuerva (Cepyme), Unai Sordo (CCOO) y Pepe Álvarez (UGT) pidieron al jefe del Ejecutivo autonomía para negociar el AENC, independiente del llamado "pacto de rentas", pensado para dar respuesta a la situación provocada por la guerra y en el que se abordarán asuntos ajenos a los salarios.
Patronal y sindicatos aceleraron la negociación bipartita tras la reunión en Moncloa y, después de tantear el terreno en varias reuniones de aproximación, la patronal finalmente ha bajado al barro esta semana con una propuesta concreta. Los empresarios tienen prisa ahora por cerrar el acuerdo bipartito para evitar la contaminación cruzada entre el AENC y el pacto de rentas que impulsa el Gobierno, así como para concretar la recomendación de subida salarial antes de que el Índice de Precios de Consumo (IPC) alcance los dos dígitos en tasa anual, algo que, según apuntan las previsiones, sucederá en algún momento a lo largo de los próximos dos o tres meses. Cuanto antes se pacte, menor será la inflación y más contenidos los incrementos, según la estrategia teórica patronal.
En estos momentos, el planteamiento de la CEOE es el siguiente: propone subir los salarios un 2,5% en 2022, más un 1% adicional si el incremento de la productividad por trabajador supera el 2% y el empleo crece más del 2%. Para 2023, ofrece un aumento de hasta un 2%, más un 1% extra condicionado a que la productividad suba un 2% y el empleo se eleve un 3%. Y para 2024, plantea una subida del 1,5%, con un 1% adicional sujeto a las mismas condiciones que el año anterior, es decir, que productividad por trabajador y empleo aumenten, respectivamente, un 2% y un 3%. En total, la subida máxima sería del 9% en tres años y la mínima, del 6%. Las cifras son negociables, pero esta es la primera propuesta oficial de la patronal a los sindicatos, según ha podido saber La Información.
Las organizaciones sindicales, por su parte, se han alineado en un planteamiento conjunto que rebaja considerablemente sus pretensiones iniciales de subir los sueldos en torno a un 5% para paliar los efectos de la escalada de la inflación sobre el poder adquisitivo de los trabajadores. Ahora, según informan fuentes del diálogo social, se conforman con un incremento plurianual de entre el 3% y el 3,5% en el año 2022, del 3,2% en 2023 y del 3% en 2024. Se trata de subidas importantes pero moderadas, teniendo en cuenta que la inflación está ya rozando el 8% y que cerrará el año en el entorno del 5,5% de media. Con todo, con estas cifras, patronal y sindicatos podrían llegar a un acuerdo en materia salarial, ya que las propuestas cuantitativas no difieren demasiado. Fuentes del diálogo social aseguran que hay buena sintonía en la mesa y que corre prisa por cerrar el acuerdo.
Las posturas se encuentran en torno a un 3% de subida media anual hasta 2024, que es el nivel en el que se sitúa ahora mismo la inflación subyacente. Pero todavía existe un escollo, que son las cláusulas de revisión salarial con el IPC. Los sindicatos quieren incorporarlas de manera obligatoria y anual para evitar la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores, pero la CEOE está maniobrando para, en caso de acabar cediendo a la incorporación de estas cláusulas de salvaguarda, que sea al final del periodo (en 2024) cuando se revisen los salarios con la inflación. Si se logra acuerdo en este punto, habría pacto salarial bipartito antes de que acabe el mes.
Entre tanto, el próximo lunes, 21 de marzo, el Gobierno ha convocado a los representantes de las organizaciones sindicales y empresariales a un nuevo encuentro para debatir sobre el pacto de rentas. En esta ocasión, la reunión se celebrará en el Ministerio de Economía y, por el momento, se desconoce si estará presidida nuevamente por Sánchez. No se espera que los agentes sociales hayan alcanzado para entonces un acuerdo formal sobre la subida salarial, pero sí que informen a los representantes gubernamentales sobre los avances en las negociaciones y pongan las cifras sobre la mesa. Habrá, en todo caso, otros muchos temas que debatir, desde el plan para rebajar la factura de la luz hasta las medidas para proteger a empresas y trabajadores ante la crisis, así como el diseño y despliegue del nuevo escudo social.
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