Mahou, Heineken y Damm presionan a Hacienda para paralizar la tasa cervecera

  • Las marcas remiten un informe a los grupos políticos hablando de la cerveza como alimento y recordando que permiten recaudar 3.600 millones al año.
Consumo cerveza
Consumo cerveza
CENTRO DE INFORMACIÓN CERVEZA Y SALUD - Archivo

Los españoles han bebido más cerveza que nunca en 2018 y eso ha favorecido de manera notable a las arcas del Estado. La recaudación del impuesto especial sobre esta bebida alcohólica alcanzó el pasado mes de noviembre (último dato disponible) el récord histórico: 321 millones frente a los 304 del año anterior. Esta situación ha llevado a las grandes firmas del sector -desde Mahou a Estrella Galicia pasando por Heineken y Damm- a presionar al Gobierno para evitar que el Ministerio de Hacienda suba esta tasa en plena reforma fiscal en marcha, una posibilidad que no descartan los afectados.

Las presiones están llegando desde Cerveceros de España, la patronal que agrupa a las grandes y pequeñas marcas, que ha enviado mensajes tanto al Ejecutivo central como a los grupos parlamentarios explicando por qué, bajo su punto de vista, no sería conveniente modificar al alza el impuesto sobre la bebida espumosa que elaboran. Las marcas piden a la administración el mantenimiento "del actual marco regulatorio y fiscal del sector", según se puede leer en el informe que han remitido a los dirigentes políticos para destacar las bondades del sector y que puede leer a continuación:

El informe de los cerveceros españoles intenta hacer ver a Gobierno y parlamentarios que "la cerveza es más que una bebida de baja graduación alcohólica: es un símbolo de la cultura, gastronomía y ocio de la comunidad, uno de los destinos turísticos más atractivos". Se refieren a la Comunidad Valenciana, ya que un grupo de diputados viajó hace unas fechas hasta la región y por eso en el citado informe destacan la contribución de la cerveza a la costa levantina.

Una de las menciones más llamativas del informe de Cerveceros es la calificación de la cerveza como "alimento": "La cerveza forma parte de nuestra cultura y valores, de la dieta mediterránea. Es, junto al vino, la única bebida de contenido alcohólico que es considerada como alimento. Forma parte, en este sentido, de la rica oferta gastronómica, cultural y de ocio de la economía valenciana, uno de los principales destinos turísticos de nuestro país".

Fuentes del sector explican que la mención a la cerveza como "alimento" busca un propósito doble: por un lado, que no se les incremente la limitación de publicidad, ya que si fueran considerados una bebida alcohólica como el vino tendrían mayores limitaciones. "El sector contribuye en gran medida a que España destaque por la calidad de la hostelería, a través de la publicidad, la innovación y la formación", se puede leer en el mismo informe. Y, por otro lado, al citado intento de evitar equiparar el impuesto de la cerveza al de las bebidas alcohólicas.

Qué supone el impuesto de la cerveza

El impuesto sobre la cerveza es, en efecto, el que menos ingresos genera para las arcas del Estado de entre todos los tributos especiales, solo superado por abajo por un carbón en declive. Entre enero y noviembre de 2018 Hacienda recaudó 321 millones, una cifra muy alejada de los 10.488 millones de euros de los hidrocarburos y 6.479 millones del tabaco durante los primeros once meses del año. 

Los cerveceros van un paso más allá y aseguran que su sector "permite al Estado recaudar más de 3.600 millones de euros anuales". Para ello se remiten a un informe de PwC titulado 'Informe del valor generado por la cerveza en la hostelería y el turismo' y que data de 2016. En el estudio se menciona que "únicamente con subir un 10% el impuesto a la cerveza, el consumo de cerveza experimentaría una caída de 22 millones de litros, de los cuales 13 se perderían en hostelería. Por su parte, el mantenimiento de un marco fiscal estable favorece la estabilidad laboral y evita la pérdida de 1.500 puestos de trabajo en la hostelería".

El impuesto sobre la cerveza se sitúa en este momento entre los 2,75 y 13,56 céntimos de euro por cada litro de bebida espumosa a partir de 1,2 grados. De esa cifra varía hasta los 0,91 céntimos de euro cuando alcanza los 19 grados. 

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